Ortigueira / La Voz, 06 de enero de 2016.
JANET GONZALEZ VALDES |
Quien sueñe con poseer una isla no tiene que viajar lejos, aunque sí disponer de una pequeña fortuna. En la página aldeasabandonadas.com aparece a la venta el islote de San Vicente, situado en la ría de Ortigueira, por cuatro millones de euros, como compra opcional añadida al pazo de Brandariz, una construcción del siglo XV, propiedad de la misma familia, que se ofrece por 2,5 millones de euros. Los dueños no han confirmado que se encuentren a la venta ni la isla ni el pazo, al que acuden en períodos vacacionales y en otros momentos del año los distintos herederos.
Para los orteganos, el islote de San Vicente, al que hay días que se puede acceder caminando desde la playa de Morouzos en marea baja, forma parte del extraordinario paisaje de la ría. Muchos desconocen que en el interior se conservan las ruinas de una antigua casa de labranza y los restos de las cuadras y las murallas (datadas, según la información de la web citada, en la época de los Templarios). El bosque de eucaliptos y pinos convive con las zonas de pasto y arbustos, dentro de este terreno de algo más de 57.000 metros cuadrados.
Si alguien residiera en la isla podría, además, disfrutar de los arenales que la bordean. La adquisición de este pequeño territorio, ubicado en un espacio natural protegido, no implica quedarse también con el pazo de Brandariz, localizado cerca del casco urbano de Ortigueira. Sorprende, al consultar la información de la agencia inmobiliaria, que no se mencione en ningún momento el nombre de la localidad ortegana y aparezca bajo la denominación genérica de A Coruña. En todo caso, sí recogen el nombre de la edificación, que ocupa 869 metros cuadrados, con un almacén de 54, todo dentro de una parcela de 7.479. Un recinto amurallado preserva el inmueble de las miradas de los curiosos. Para acceder a la finca hay que desviarse en la carretera que conduce a la playa de Morouzos (transitada por miles de folkies durante el Festival Internacional do Mundo Celta) por una estrecha pista. La entrada está rodeada de árboles y justo al lado se encuentra una casa habitada.
Un naranjo hermafrodita
El edificio data del siglo XV y pertenece a los actuales propietarios desde el año 1598, de acuerdo con los datos recogidos en el anuncio de la inmobiliaria. Llaman la atención las magníficas vistas que se observan desde el pazo, tanto de la villa de Santa Marta de Ortigueira como de la ría. La casa solariega, a la que se accede por una escalinata de piedra con una balaustrada de madera, cuenta con un escudo heráldico. El inmueble se complementa con una capilla, un calabozo, un pozo, un sarcófago que hace de pila y los jardines, de diseño francés, con árboles centenarios de distintas especies. El Concello destaca en su web la presencia de «un curioso naranjo hermafrodita» que, al parecer, «fue objeto de pleito en el siglo XVIII, cuando el entonces obispo de Mondoñedo intentó que los propietarios lo cortasen, al considerarlo obsceno».
El pazo dispone de cocina y bodegas en la planta baja y seis habitaciones y tres baños en la parte de arriba, junto al resto de estancias de la vivienda. Los dueños han eludido corroborar la información proporcionada por aldeasabandonadas.com, donde figura desde hace varios meses sin que, de momento, haya aparecido comprador. Al menos no en los términos fijado
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