Malu Barnuevo / ONE - El País | 05-01-2016
Son ya habituales en los informativos, aunque sean presentadas casi con carácter folclórico, las imágenes de Pekín envuelta en una niebla espesa producto de la polución. Y cualquiera que viva en alguna de las urbes más pobladas de nuestro país puede observar a simple vista que, cuando la lluvia y el viento no actúan como agentes limpiadores, sobre los edificios flota una nube oscura producto de las altas emisiones de CO2 que demanda un estilo de vida más pendiente del consumo que de la sostenibilidad.
Aunque la solución a este grave problema debe partir de las políticas adecuadas, es imprescindible crear conciencia y que los ciudadanos se involucren. Para ello los datos de contaminación atmosférica de las ciudades deberían ser públicos y accesibles. Eso es lo que ha conseguido Romain Lacombe a través de Plume Air, una aplicación móvil que permite conocer en tiempo real la calidad del aire y, además, añade predicciones y consejos personalizados para evitar la exposición a la polución.
No es extraño que Lacombe se haya empeñado en conseguir que el aire que respiramos sea transparente. Porque antes de lanzarse a la aventura con Plume Labs, trabajó con el gobierno francés y el Banco Mundial para hacer transparentes las instituciones públicas, apostando por que sean más accesibles y abiertas para los ciudadanos gracias a políticas de Open Data. La filosofía que aplica en su compañía para combatir lo que él denomina “la pandemia” de la contaminación es la misma: actuar ahora para construir el futuro. Si queremos ciudades más eficientes, habitables y que no perjudiquen nuestra salud todos debemos actuar. Informarnos es tan sólo el primer paso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario