Las lujosas vacaciones de un conejo de peluche olvidado en un hotel

Su dueña se lo dejó en el salón del desayunos y el personal recreó la estancia del muñeco hasta que se produjo el feliz reencuentro

NOVO / VdG, 13 enero 2016

Tres días y dos noches en el exclusivo hotel de cinco estrellas Adare Manor, en el condado irlandés de Limerick, durmiendo en lujosas habitaciones con cabeceros tallados a mano y chimeneas originales llenas de historia, disfrutando de su deliciosa gastronomía y selecta carta de vinos, recibiendo los tratamientos de belleza más punteros y todo ello en un castillo construido a principios del siglo XIX. De esta forma tan exclusiva ha vivido un conejo de peluche que su dueña, la pequeña Kate Hogan, dejó olvidado en el comedor de desayuno de este resort.

Los empleados del Adare Manor Hotel se encontraron con el muñeco cuando la familia de la pequeña ya había abandonado sus instalaciones. Conscientes de la importancia que tienen para los niños sus mascotas de trapo, desde el complejo hotelero decidieron intentar el reencuentro entre ambos y publicaron una foto del conejo en su cuenta de Facebook acompañada de la siguiente frase: «He perdido a mi dueña en el desayuno en el Adare Manor».

La publicación tuvo una gran acogida entre los seguidores de la página del hotel, que la compartieron más de trescientas veces e indicaron que les gustaba más de 1.200 veces. Y así, lo que comenzó como una forma original y divertida para encontrar a la dueña del peluche, terminó por convertirse en una campaña de márketing tan atípica como efectiva para el complejo hotelero. «Tuvimos tal respuesta que pensamos que podríamos reconstruir lo que sería la estancia del conejito», comento la portavoz del hotel, Sarah Ormston, según recoge ABC News.

Desde Adare Manor Hotel documentaron fotográficamente la estancia de la mascota de trapo. Y durante dos días subieron a su cuenta de Facebook fotos en las que se podía ver al conejo con la conserje ayudándolo a buscar a su familia, tomando el té, relajándose en una tumbona, recibiendo masajes y preparándose para dormir.

La historia tuvo un final feliz. El 3 de enero el propio muñeco informó de que habían encontrado a su dueña, y después de una plácida noche más en las instalaciones del hotel, la pequeña Kate Hogan pudo reencontrarse con su querido conejo de peluche. El hotel obviamente no desaprovechó la ocasión para documentar tan feliz reencuentro.