NOVO / VdG, 27 enero 2016
No es un galán del cine asiático ya entrado en años ni tampoco la última reivindicación de la belleza real, la de los kilos, las arrugas y los diferentes colores de piel. No es ninguna campaña de moda, ni un anuncio de pajaritas estampadas, ni tampoco una promoción de calcetines simpáticos y trajes a medida. Es mucho más simple que todo eso. Y, aún así -o quizá por eso mismo-, ya corre como la pólvora en las redes sociales, hambrientas de carnaza curiosa e insólita. Esta lo es por lo espectacular de la transformación: un granjero chino de 85 años convertido, gracias al ingenio de su nieto, en todo un icono de moda. Las instantáneas de Ding Guoliang ya han dado la vuelta al mundo.
El joven fotógrafo Xiao Ye Jie Xi, de 30 años, vio potencial en su abuelo. Acudió a él, lo acicaló, le vistió con prendas nuevas y estilosas, lo retocó con varios accesorios clave y apretó el botón de su cámara. El resto ya es historia. El granjero pasó a ser, automáticamente, un auténtico dandy. Como si toda la vida se hubiese dedicado a posar ante el objetivo. «Más gente debería preocuparse por las personas mayores y asegurarse de que no están solos», consideró en el diario británico Daily Mail, un mensaje claro sobre su generación, orientado a la reflexión.
Las imágenes del abuelo hipster ya han conseguido en la red social china Weibo más de 130.000 visualizaciones. En ellas, Ding Guoliang parece otra persona. Porque, a veces, que la mona se vista de seda funciona.
Así era antes de la transformación:
Y así, tras pasar por las manos de su nieto:
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