Carballo, primer concello de Galicia en utilizar el compost hecho en Sogama

Las dos primeras toneladas entregadas se emplean en los jardines municipales

TONI LONGUEIRA / LA VOZ - CARBALLO, 14 nov 2021. 

Ana García

Carballo se ha convertido en el primer municipio de Galicia adscrito al plan de gestión de residuos de Sogama -295 concellos, que suman 2,24 millones de usuarios- en utilizar el compost generado por la Sociedade Galega do Medio Ambiente en sus instalaciones de Cerceda. Las dos primeras toneladas de este abono natural procedente de la denominada quinta fracción (contenedor marrón) ya han sido entregadas al Ayuntamiento esta semana y están siendo utilizadas en los trabajos de mejora de los jardines municipales. Con esta iniciativa, la capital de Bergantiños se adelanta en más de dos años a los requisitos de una norma que será de obligado cumplimiento para todos los concellos gallegos antes del 31 de diciembre del 2023.

Este ambicioso plan de recogida selectiva de la fracción orgánica se puso en marcha a comienzos de noviembre del 2019, poco antes del estallido de la pandemia. La compostadora de Sogama arrancó por aquel entonces con la basura generada en Carballo y A Laracha, un plan al que poco tiempo después se adhirió Cerceda. Además de la entrega de composteros entre residentes de los núcleos rurales y la instalación de contenedores (uso industrial) de color marrón en los cascos urbanos de Carballo, A Laracha, Paiosaco, Caión, la urbanización Montes Claros (A Laracha), Cerceda y A Silva, estos municipios han realizado, y realizan, campañas continuadas de formación y concienciación sobre la necesidad de que las familias, pymes y grandes empresas apuesten por la recogida y selección de las diferentes modalidades de residuos, prestando especial atención a la fracción orgánica.

Turismo sostenible bajo el agua en Italia

El pueblo de Talamone, en la costa de la Toscana, acoge un museo submarino que se ha convertido en un reclamo para preservar el ecosistema marino dañado por la pesca ilegal
VALENTINA SAINI / VENECIA,07 nov 2021

La Toscana es famosa por sus museos. En la Galería Uffizi de Florencia se pueden admirar obras maestras como el Nacimiento de Venus de Botticelli, y la Galería de la Academia custodia el David de Miguel Ángel. Pero también hay un museo menos famoso y oculto a la vista, aunque igual de extraordinario. Su principal objetivo, de hecho, es salvar un trocito de mar de la devastación causada por la pesca de arrastre ilegal. Es un museo submarino de esculturas, y se llama La Casa dei Pesci (La Casa de los Peces). Sus obras están situadas bajo el agua frente a la costa de Talamone, un pequeño pueblo de pescadores con vistas al mar, rodeado de playas y bosques de pinos rodenos, escogido por los viajeros en busca del contacto con la naturaleza. Gracias a La Casa dei Pesci, Talamone se está convirtiendo en un ejemplo de concienciación sobre los peligros que amenazan al mar — desde la contaminación hasta la pesca excesiva — y de protección de los ecosistemas marinos. Y también en un destino para el turismo sostenible: este sugestivo museo atrae a muchos aficionados al buceo y a la fotografía submarina, que viajan a Talamone para nadar entre sus piezas, parecidas a las ruinas sumergidas de una antigua civilización.

La Casa dei Pesci ha aparecido incluso en las páginas de The Guardian y The New York Times. Se trata de una serie de esculturas de mármol, 39 obras de arte creadas por artistas italianos y extranjeros (entre ellos Emily Young, a quien el Financial Times calificó como la mejor escultora británica contemporánea en piedra) de entre 12 y 15 toneladas cada una. Pero además de ser llamativas obras de arte, las esculturas impiden que los barcos de arrastre naveguen por la zona: si lo hicieran, las redes, que son muy caras, se engancharían y se romperían.