La solidaridad viaja en bicicleta

Fran Cochón donará bicis en desuso a la asociación Boa Vida para que puedan sacarles provecho

C. Pereiro / la voz, 20 de enero de 2016.

Fran Cochón repara y ponte a punto bicicletas de piñón fijo
 en su taller de las galerías de la Oliva. 

Fran Cochón es un emprendedor de libro: joven, trabajador y decidido a convertir su pasión en su trabajo. Fran repara y pone a punto bicicletas antiguas o vintage, como gusta decir en estos tiempos. Es gerente del establecimiento Fixed&Single, situado en el corazón de las galerías de la Oliva. Allí, especializado en modelos de piñón fijo, repara, recupera y vende tanto nuevas como viejas bicicletas. Un día, un tanto cansado de que amigos y clientes le trajeran bicicletas que no usaban pero querían hacer algo con ellas, tuvo una idea: donarlas a una oenegé para que se beneficiaran de su venta.

«Muchos amigos tienen bicis en trasteros, aparcadas y sin uso, a las que solo les hace falta una pequeña mano. Pensé que era una tontería que una bici que realmente está bien, estuviera parada, así que tuve la idea de donar una bici a la asociación Boa Vida, para que la vendieran y sacaran algo de dinero para su causa», explica Fran, al preguntarle por el reciente caso de solidaridad que corrió como la pólvora por las redes sociales. «La cosa es dar visibilidad a la oenegé, no a la tienda. No es una cosa propagandística ni quiero que lo parezca. Creo que es algo bueno poder hacer algo así: coger una bici en desuso, ponerla a punto y dársela a Boa Vida. La publicación en Facebook llegó a ser vista por seis mil o siete mil personas».

Cochón lleva 3 años con su taller abierto. Los muelles cromados, los sillines de cuero y los grandes manillares de las bicis que allí se ven no pasan inadvertidos. Hay piezas con historia. Un ejemplo claro, es un cuadro (el cuerpo trapezoidal que hace de esqueleto) de una bici que tiene más de 40 años. «Tiene historia, pero no lo sabes hasta que lo empiezas a pintar y ves que ha sido soldado por aquí, por allá. Claro, antes se rompía algo y lo llevabas al soldador o al herrero para que te hiciera un apaño. Así es cómo han sobrevivido algunas piezas hasta hoy», narra el dueño del taller. «Mi vida es por y para las bicicletas. Poder trabajar así es algo que me apasiona, y si encima puedes echar un cable a alguien, sea este caso una asociación, pues mejor que mejor».

La asociación Boa Vida tiene sede en la calle Cruz Roja, y lucha contra la pobreza y la exclusión social, trabajando para disminuir las desigualdades, fortalecer capacidades y mejorar el acceso a oportunidades, a través de la formación y el trabajo en equipo. En su página web, http://boavidainclusionactiva.blogspot.com.es, pueden consultarse sus actividades y cómo colaborar con su causa.

Fran tiene en mente sacar su establecimiento y llevarlo a la zona monumental de Pontevedra. «Aquí estamos y hemos crecido pero me gustaría seguir creciendo en la zona vieja. Es un lugar que ha evolucionado muchísimo estos últimos años con tiendas amigas y nos encantaría poder formar parte de esa familia. Estar más visibles de cara a a los vecinos de Pontevedra». Y continúa: «Vivimos en una ciudad única para la bicicleta, que puedes moverte genial. Es por ello que pensé que una tienda de bicis de piñón fijo podía funcionar. Apenas tienes cuestas, apenas sobresaltos, un centro que recorrer sin coches... Si funcionaba en Madrid o Barcelona, ¿por qué no iba a hacerlo en Pontevedra?».

Lo cierto es que Fran es de mente inquieta y son varios los proyectos relacionados con las bicicletas los que quiso y quiere llevar a cabo en Pontevedra. El año pasado, organizó, junto a varios compañeros, el primer Criterium Pontevedra. Un circuito de competición para bicis de piñón fijo que discurrió por el centro de la ciudad. La peculiaridad de este tipo de prueba viene dada por el hecho de que cada vez que la cabeza de carrera dobla a un corredor, este es eliminado. En la pasada edición, 60 corredores de toda España vinieron a competir. «Lo volveremos a hacer. Estamos pendientes de hablar, de cerrar varias cosas con el Concello y Deportes, pero la idea es volver a hacerlo. Por supuesto, mejor que el año pasado». «La pasada edición nos lanzamos a la aventura sin haber organizado nunca nada parecido, pero la respuesta, de público y vecinos fue genial. Salió a pedir de boca», narra emocionado. «Este año se está trabajando en crear una liga nacional y ha sonado Pontevedra como uno de los cabezas de cartel». Un logro más para Fran, sin duda.

En su establecimiento situado en las galerías de la Oliva, en Pontevedra, Fran repara y pone a punto modelos de bicicletas antiguas

«Vivimos en una ciudad única para la bicicleta. Pensé que si este tipo de transporte funcionaba en Madrid o Barcelona no había motivo para que no lo hiciera en una ciudad como Pontevedra»