COLPISA, 19 de diciembre de 2015.
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| COLPISA, 19 de diciembre de 2015. |
La asociación alemana de maestros quiere que la edición anotada deMi lucha (Mein Kapmf) de Adolf Hitler se enseñe en los institutos para «vacunar» a los adolescentes contra el odio y el extremismo político. La diatriba antisemita del líder nazi no se publicaba en Alemania desde el final de la Segunda Guerra Mundial, pero una edición crítica y anotada será lanzada el año próximo.
Los derechos del libro estuvieron durante 70 en manos del estado de Baviera, que rechazó conceder autorizaciones para la reimpresión del libro, pero los derechos de autor quedaron libres en el 2015. Las autoridades alemanas planean procesar a los editores que publiquen el libro sin aparato crítico, acusándolos de «incitación al odio racial».
El Instituto de historia contemporánea de Múnich planea publicar en enero una «edición crítica» de Mi lucha que contextualiza con comentarios históricos en unas 3.500 notas a pie de página.
La asociación de maestros propone que fragmentos seleccionados puedan ser enseñados a estudiantes mayores de 16 años, según la edición digital del diario económico Handelsblatt.
El odioso panfleto puede ser incluido en los programas de estudio y presentado por maestros experimentados de historia y política, pues eso puede contribuir a «vacunar a los adolescentes contra el extremismo político».
Charlotte Knobloch, destacada líder de la comunidad judía alemana, se opone a la idea de los maestros, e indicó al diario Handelsblatt que usar la «profunda diatriba antisemita» como material escolar «puede ser irresponsable». En tiempos de aumento del populismo de extrema derecha, «enseñar valores humanistas y principios democráticos es indispensable», argumentó.
«Un análisis crítico de Mi lucha, esa antítesis de la humanidad, la libertad y la apertura al mundo puede incrementar la resistencia ante esas tentaciones y peligros», agregó al mismo diario Ernst Dieter Rossmann, un socialdemócrata de centro-izquierda.
Hitler solo tenía un testículo
Un historiador alemán ha señalado este domingo que ha encontrado pruebas que confirmarían que al dictador Nazi, Adolf Hitler, no le habría descendido un testículo. El profesor Peter Fleischmann de la Universidad de Erlangen-Nuremberg ha declarado al diario alemánBild que los documentos señalan que uno de los testículos de Hitler habría estado «probablemente poco desarrollado».
Las pruebas presentadas remiten a los registros de un examen médico al que sometió Hitler durante su estancia en la prisión de Landsberg en 1923, tras el intento de golpe de Estado fallido en Múnich. Todos los documentos que hacían referencia a este examen médico se creían perdidos, pero fueron localizados en una subasta en el 2010. El Gobierno alemán procedió entonces a su compra pero no ha sido hasta ahora cuando han sido examinados con detenimiento por el profesor Fleischmann.
Los testículos de los varones descienden de manera habitual del interior del cuerpo hacia el escroto durante la infancia, pero cuando uno o ambos fallan en hacerlo, se conoce como criptorquidia. Las anotaciones de doctor de la prisión, Josef Steiner, aparentemente describían al dictador alemán de la siguiente manera: «Adolf Hitler, artista, reciente escritor» además de confirmar que estaba «sano y fuerte» a pesar de sufrir de «criptorquidia del lado derecho».
Esta nueva hipótesis descartaría la teoría de que Hitler hubiera perdido uno de sus testículos debido a las heridas de metralla recibidas durante la batalla del Somme en la I Guerra Mundial. Además, en dicha versión de los hechos, el doctor que atendió al dictador durante su infancia, Eduard Bloch, habría declarado a sus interrogadores estadounidenses en 1943 que el Führer poseía unos testículos «absolutamente normales».
Así, la canción creada durante la II Guerra Mundial que se burlaba de Hitler por solo poseer «un huevo» parece ser más veraz de lo que en un principio pudiera parecer. La letra de dicha tonadilla narraba, en relación a los más altos oficiales del Nazismo: «Hitler solo tiene un huevo. Goring tiene dos, pero muy pequeños. Himmler tiene algo similar. Pero el pobre Goebbels no tiene nada de nada».
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