Todos coinciden en que la época más amena del año es la Navidad. Derroche de luces, adornos, comida, regalos y fuegos artificiales forman parte de la celebración. No obstante, poco se dice del impacto que estas prácticas generan en el medio ambiente.
Telesurtv, 31 de diciembre de 2015
Aumenta el consumo de electricidad
Durante la época de Navidad incrementa el consumo de energía eléctrica debido al uso excesivo de luces. El daño al medio ambiente es evidente porque aumentan las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y contribuyen a la producción de gases de efecto invernadero.
Un informe publicado en 2007 por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDEA) de España indicó que los ayuntamientos de ese país gastaron en luces navideñas unos 30 millones de kilovatios por hora. Es la misma cantidad de electricidad que consume una urbanización de unas 50 mil viviendas al año, lo que se traduce en la emisión a la atmósfera de 10 mil toneladas de CO2.
La basura acumulada durante los días navideños supera a la del resto del año. Desperdicios de comida, plástico, papel y vidrio suelen abundar en esta época.
En ciudades como el Distrito Federal, Chihuahua y Durango, en México, la cantidad de basura recogida sube en un 20 por ciento. En los vertederos se producen gases de efecto invernadero, ya sea por la digestión anaeróbica de los residuos orgánicos o por la incineración para disminuir su volumen.
En Tegucigalpa, capital de Honduras, toneladas de basura deja el comercio de Navidad. Entre 30 mil y 50 mil kilogramos de desechos se recogieron en la mañana del 25 de diciembre de 2008.
En el caso de Guayaquil (Ecuador) el pico más alto de recolección de basura es en navidad, mientras que en Quito 10 toneladas de desechos adicionales se generan por día.
Acumulación de baterías
En 2014 el consumo de baterías aumentó en 25 por ciento en Colombia por la compra de juguetes y aparatos electrónicos. Eliminar las baterías como cualquier residuo orgánico o en cualquier espacio afecta al medio ambiente de manera irremediable. Contienen sustancias tóxicas y un 30 por ciento de estas causan daños al ser derramadas. Igual ocurre cuando se queman en basureros.
Las baterías dañan la calidad del suelo y del agua. Puede afectar la salud de las personas. Varios estudios indican que una pila de mercurio puede contaminar 600 mil litros de agua.
Fuegos artificiales contaminantes
Investigadores de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por su sigla en inglés) hallaron que los fuegos artificiales producen contaminantes atmosféricos.
El perclorato de sodio resulta nocivo para la salud (puede afectar la tiroides). Las concentraciones de este químico, entre 24 y mil veces mayores a los niveles normales, dañan los microorganismos y la fauna del ecosistema.
Al momento de la explosión los metales pesados se dispersan en la atmósfera y caen en la tierra en forma de aerosoles sólidos. Al ser inhalados pueden producir enfermedades respiratorias.
También pueden conducir a problemas de salud a largo plazo, como ataques de asma, ataque cardíaco, accidente cerebrovascular e incluso la muerte en los que sufren de enfermedades del corazón o los pulmones. Por ello, diversos estudios científicos han insistido en que se impulsen en todo el mundo fuegos artificiales más ecológicos.
Globos del deseo y riesgo de incendios forestales
Los globos luminosos son elaborados en papel de seda. Cuando alcanzan altura y se entremezclan con otros materiales podrían generar incendios. En algunos países como Venezuela, Brasil, Colombia y China está prohibida su venta.
El papel del globo no hace combustión, pero la tableta de parafina que tiene conserva el calor y puede quemar otros materiales e iniciar un incendio forestal.
El origen: El chino Zhuge Liang (181-234) inventó la linterna de Kong Ming, lámparas flotantes para iluminar el camino por la noche y evitar que su ejército pudiera ser descubierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario