Miguel Anxo Fernández / VdG, 07 de diciembre de 2015.
Desde que Disney absorbió Pixar para engullirla (o casi), a veces aquella impone su tono, dejando a la segunda el dominio total de la técnica. Como en El viaje de Arlo, animación pensada para críos pero también otra demostración de que el estudio (cuya alma mater es John Lasseter) se mantiene imbatible en cuanto a prodigio visual. Sin renunciar a un cierto halo pixariano, sobre todo en las referencias cinéfilas -aquí al wéstern en cuanto a itinerario, paisajes y camaradas solidarios ante la adversidad-. Dos personajes, un apatosaurus llamado Arlo, y un crío humano, poco más que un bebé, que sin mucho esfuerzo nos lleva al Mowgli del clásico animado del tío Walt El libro de la selva (1967). Ambos compartirán una suerte de road movieiniciática en busca de sus respectivas familias en los albores de la Tierra, antes de que el famoso asteroide barriese a los dinos de la faz del planeta. Al mismo tiempo ilustra el paso de la infancia a la madurez, trama seguramente vista tropecientas veces pero no por eso descartable.
Aunque llega a la cartelera global para hacer caja durante el tiempo navideño; y aunque, también, no alcanza la imaginación y la inteligencia de la reciente Del revés [Inside Out], sabe administrar sus recursos dramáticos y emocionales para encandilar, sobre todo, a los más pequeños, seguramente ajenos a la valoración que el espectador zurrado hará de su calidad de imagen, más en cuanto a textura (especialmente lo relacionado con el agua) que en planificación y ritmo. Sorprende la excesiva simpleza icónica de Arlo frente al resto de criaturas, quizá pensando en ese target. Como también su cuidado en no aportar más enjundia a la trama para no apartarla del mismo fin. Como la cartelera tampoco anda muy sobrada de oferta infantil, nada que objetar. Quedémonos sobre todo con su factura, que anticipa alguna futura maravilla entre los filmes que la productora del flexo saltarín tiene en cartera para los próximos años: Toy Story 4, Los increíbles 2, Cars 3, Coco, Buscando a Dory?
No hay comentarios:
Publicar un comentario