As, 28 octubre 2016
Por mucho que un equipo juegue fuera de casa siempre hay un reducido grupo de aficionados, por pequeño que sea, que acude a animar a su equipo fuera de su estadio. Lo extraño es que en Primera División sólo acuda un aficionado a animar a los suyos a domicilio. Es lo que le pasó a Peter Bornegrim, un aficionado sueco que fue el único hincha que viajó el miércoles a animar al Gefle IF en su visita al Kalmar.
Bornegrim tuvo recompensa. Su equipo, que pelea en la zona baja de la Primera División de Suecia, consiguió su primera victoria liguera en 12 partidos y, acabado el encuentro, los jugadores se acercaron a la grada para celebrar el triunfo junto a su incondicional hincha.
"Me di cuenta de que el Gefle jugaba a dos horas, así que me fui a ver el partido pensando que quizás sería el único aficionado que iría a animarles, como así fue", dijo Bornegrim en declaraciones al diario local Arbetarbladet. "No sé si me vieron al acabar el partido o se dieron cuanta antes de que estaba animando".
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