Salvador Serantes / LA VOZ 27/10/2016
Ni con el calentamiento global se relacionaría al Viveiro que da al Cantábrico con el clima tropical. Y en realidad, lo tiene, en un pequeño oasis, la granja Reef Water, donde reproducen ecosistemas tropicales para criar y cultivar corales que importan de Australia, Indonesia o Miami. Sacar adelante en acuarios esos animales marinos, tan sensibles que corren riesgo de extinción, requiere formación, dedicación, paciencia y un poco de suerte, porque pueden irse al traste si cambian la composición química del agua, la temperatura o la luz.
Tecnología puntera, programada con precisión matemática, aporta artificialmente el calor que en Viveiro da vida y color a corales que desde hace ya tres años mima Vanesa Rodríguez, la gerente de Reef Water Coral Farm, y un pequeño equipo de colaboradores.
«Un mundo de sorpresas»
«Un acuario es un ecosistema vivo en constante evolución, un mundo que varía del día a la noche, con continuas sorpresas, generalmente buenas, pero también malas», explica Luis Vigo, pareja y colaborador de la gerente. Su afición y la de Vanesa se han hecho empresa, con apoyo de Acción Costeira A Mariña-Ortegal, que cofinanció la inversión inicial.
Desde Viveiro, Reef Water es «pionera» con casi 10.000 litros de agua salada y cálida, la gran diferencia con los acuarios más comunes, de agua fría. En ese oasis tropical de A Mariña lucense viven corales importados de Australia, Oceanía y, ahora, de Miami. Aparte de acreditaciones legales y de trámites con autoridades de los países de origen y las españolas, cada transacción ha de superar rigurosos controles aduaneros y sanitarios.
De las más de 2.500 especies coralinas, a Viveiro llegan las especies más representativas, de los tres tipos que hay. Con menos requisitos para importarlos, los blandos carecen de esqueleto calcáreo y son más resistentes en los acuarios, porque se adaptan mejor a las condiciones lumínicas y a los nutrientes del agua. «Para expertos» están los corales duros, esqueletos cálcicos de dos variedades, de pólipo corto o largo; más delicados y exigentes con la química del agua, y más sensibles con la iluminación y la temperatura.
Paraíso de sensacionesUnos y otros conviven en los hábitats tropicales que reproduce Reef Water en sus acuarios, equipados con recipientes de oxígeno, bombas de circulación, lámparas... Colores y formas convierten a la granja coralina de Viveiro en un paraíso de sensaciones del que ayer mismo disfrutaron alumnos y profesores de un colegio de Burela.
El espectáculo de ese hábitat marino tropical es realidad después de meses de perseverancia. Un acuario de agua salada caliente empieza a formarse con rocas vivas y arena, para ir asentando la flora bacteriana en agua purificada. A los dos meses, y poco a poco, ya pueden irse introduciendo plantas, cangrejos o caracoles. A medida que el ecosistema se enriquece, llega el turno de los peces y, por último, el de los corales. Para que el acuario «esté maduro, puede pasar un año o más», explican Vanesa Rodríguez y Luis Vigo.
Desde Viveiro, Reef Water tiene entre sus clientes a tiendas de diferentes puntos de España y Portugal, y a particulares que «quieren crear hábitats diferenciados». Con su tienda de internet o en sus propias instalaciones, ofrece, además de asesoramiento, todo lo necesario para montar un acuario con esquejes o corales del mundo.
Cuánto cuesta un acuario¿Cuánto pueda costar? Vanesa Rodríguez apunta precios indicativos para acuarios tipo. Los más comunes suelen ser de entre 200 y 300 litros de agua; para recipiente y todos los equipos necesarios, calcula una inversión inicial de unos 1.000 euros por cada 100 litros de agua. Después toca comprar las rocas vivas (entre 18 y 24 euros), las plantas y los caracoles (entre 4 y 10 euros) y los peces (entre 18 y 50 euros). Y, por último, los corales, con esquejes (entre 15 y 30 euros) o enteros (de 40, 50, 80 o más euros).
Tecnología puntera, programada con precisión matemática, aporta artificialmente el calor que en Viveiro da vida y color a corales que desde hace ya tres años mima Vanesa Rodríguez, la gerente de Reef Water Coral Farm, y un pequeño equipo de colaboradores.
«Un mundo de sorpresas»
«Un acuario es un ecosistema vivo en constante evolución, un mundo que varía del día a la noche, con continuas sorpresas, generalmente buenas, pero también malas», explica Luis Vigo, pareja y colaborador de la gerente. Su afición y la de Vanesa se han hecho empresa, con apoyo de Acción Costeira A Mariña-Ortegal, que cofinanció la inversión inicial.
Desde Viveiro, Reef Water es «pionera» con casi 10.000 litros de agua salada y cálida, la gran diferencia con los acuarios más comunes, de agua fría. En ese oasis tropical de A Mariña lucense viven corales importados de Australia, Oceanía y, ahora, de Miami. Aparte de acreditaciones legales y de trámites con autoridades de los países de origen y las españolas, cada transacción ha de superar rigurosos controles aduaneros y sanitarios.
De las más de 2.500 especies coralinas, a Viveiro llegan las especies más representativas, de los tres tipos que hay. Con menos requisitos para importarlos, los blandos carecen de esqueleto calcáreo y son más resistentes en los acuarios, porque se adaptan mejor a las condiciones lumínicas y a los nutrientes del agua. «Para expertos» están los corales duros, esqueletos cálcicos de dos variedades, de pólipo corto o largo; más delicados y exigentes con la química del agua, y más sensibles con la iluminación y la temperatura.
Paraíso de sensacionesUnos y otros conviven en los hábitats tropicales que reproduce Reef Water en sus acuarios, equipados con recipientes de oxígeno, bombas de circulación, lámparas... Colores y formas convierten a la granja coralina de Viveiro en un paraíso de sensaciones del que ayer mismo disfrutaron alumnos y profesores de un colegio de Burela.
El espectáculo de ese hábitat marino tropical es realidad después de meses de perseverancia. Un acuario de agua salada caliente empieza a formarse con rocas vivas y arena, para ir asentando la flora bacteriana en agua purificada. A los dos meses, y poco a poco, ya pueden irse introduciendo plantas, cangrejos o caracoles. A medida que el ecosistema se enriquece, llega el turno de los peces y, por último, el de los corales. Para que el acuario «esté maduro, puede pasar un año o más», explican Vanesa Rodríguez y Luis Vigo.
Desde Viveiro, Reef Water tiene entre sus clientes a tiendas de diferentes puntos de España y Portugal, y a particulares que «quieren crear hábitats diferenciados». Con su tienda de internet o en sus propias instalaciones, ofrece, además de asesoramiento, todo lo necesario para montar un acuario con esquejes o corales del mundo.
Cuánto cuesta un acuario¿Cuánto pueda costar? Vanesa Rodríguez apunta precios indicativos para acuarios tipo. Los más comunes suelen ser de entre 200 y 300 litros de agua; para recipiente y todos los equipos necesarios, calcula una inversión inicial de unos 1.000 euros por cada 100 litros de agua. Después toca comprar las rocas vivas (entre 18 y 24 euros), las plantas y los caracoles (entre 4 y 10 euros) y los peces (entre 18 y 50 euros). Y, por último, los corales, con esquejes (entre 15 y 30 euros) o enteros (de 40, 50, 80 o más euros).
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