La Voz, 25/10/2016
La propuesta para crear un santuario para ballenas en el Atlántico Sur, no ha logrado las tres cuartas partes de votos necesarios para que la iniciativa saliera adelante, según se ha acordado este martes en Portoroz (Eslovenia), donde se celebra la 66ª Cumbre de la Comisión Ballenera Internacional (CBI).
La propuesta rechazada fue presentada por países del hemisferio sur comoArgentina, Brasil o Uruguay, Gabón o Sudáfrica, pero ha sido rechazada por 24 votos en contra y 38 a favor y 2 abstenciones, porque para que la iniciativa saliera adelante era necesario el 75 % de los votos positivos. Así, se han opuesto países como Japón, Noruega o Islandia, que cazan ballenas. No es la primera vez que esta propuesta es rechazada, ya que la iniciativa fue planteada en 2001 y ha sido descartada sucesivamente por la Comisión.
Según informa la Comisión Ballenera Internacional, el primer santuario se estableció en el océano Antártico en 1938, donde no existía la caza comercial de ballenas hasta ese momento por lo que se observó la conveniencia de que estas mantuvieran su inmunidad. La CBI mantuvo el santuario desde su establecimiento hasta 1995, cuando se abrió inicialmente por tres años a la caza de ballenas para «reducir la presión de las capturas en el resto de la zona ballenera».
Más tarde, en 1979, la CBI estableció el santuario del Océano Índico, como un área en la que está prohibida la caza comercial de ballenas. El Santuario del Océano Índico se estableció inicialmente por 10 años y su duración se ha extendido dos veces desde entonces.
Tras la votación, la ONG Greenpeace ha lamentado el rechazo a una propuesta apoyada por más de un millón de personas en todo el mundo en menos de un mes. Para la ONG, «esta es una oportunidad perdida» para proteger estos grandes mamíferos marinos de impactos como la caza, la contaminación, el cambio climático y la sobrepesca, ya que el santuario habría abarcado casi una cuarta parte del océano Atlántico, una superficie similar a la de Rusia e India juntas, un área de más de 20 millones de kilómetros cuadrados en los que la caza quedaría prohibida.
Los países que han votado no al santuario son: Antigua y Barbuda, Benín,Camboya, Costa de Marfil, Eritrea, Ghana, Guinea, Islandia, Japón, Kenia, Kiribati, Corea, Laos, Mauritania, Mongolia, Marruecos, Nauru, Noruega, Rusia, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, República de Surinam, Tanzania y Tuvalu. Los países que se han abstenido han sido, Granada y San Vicente y las Granadinas.
La responsable de océanos de Greenpeace, Celia Ojeda, ha lamentado que «una vez más» la CBI ha «frustrado» la iniciativa a pesar de que la mayoría de los países y el público consideran que ese es el mejor camino para proteger a las ballenas. «Con todos los problemas a los que se enfrentan en la actualidad las poblaciones de ballenas y delfines es evidente que necesitan una zona protegida donde ser capaces no sólo de sobrevivir, sino de alimentarse y reproducirse», ha añadido Ojeda.
Finalmente, la ONG insta a la Comisión Ballenera Internacional que se transforme «con urgencia» en una entidad que «vele» por la conservación de las ballenas.
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