R. Romar / LA VOZ, 24/10/2016
Galicia ha logrado contener los gases de efecto invernadero que libera a la atmósfera, causantes del cambio climático. Es más, los datos del 2014, los últimos contabilizados, revelan que las emisiones en la comunidad, fundamentalmente de dióxido de carbono, son hoy en día menores que en 1990, el año de referencia en el que se inició el registro. En esa fecha liberó 27,9 millones de toneladas de gases, por las 27,1 del 2014. Estas cifras convierten a Galicia en la segunda autonomía, después de Asturias -aunque sería la tercera si se incluyen las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla- que más esfuerzo ha realizado en la disminución de CO2 equivalente durante el período 1990-2014.
Es una de las conclusiones que se recogen en el informe elaborado por el Observatorio de Sostenibilidad con datos oficiales y que será presentado hoy con motivo del Día Internacional contra el Cambio Climático. Pero en el trabajo, en el que se radiografía la situación del conjunto de España, también se revela un contrapunto negativo. Pese a su esfuerzo de reducción, Galicia se mantiene como la cuarta comunidad que más gases de efecto invernadero libera a la atmósfera, con el 8,7 % de la aportación del total nacional, solo por detrás de Andalucía (50,6 millones de toneladas), Cataluña (43,7) y Castilla y León (33,2). A cada gallego le corresponden, además, 9,9 millones de toneladas de dióxido de carbono, por lo que son los cuartos en el ránking -tras Asturias, Castilla y León y Aragón- en emisiones por habitante.
Respecto a las emisiones por hectárea, Galicia ocupa un lugar intermedio, con 0,92 millones de toneladas, aunque vuelve a situarse en los puestos de cabeza, el quinto en este caso, si se atiende a la variable del PIB.
Aumento de las temperaturas
Pero si Galicia ha tenido un buen comportamiento en cuanto a la reducción de emisiones, pasando de un factor 100 a uno 95, siempre teniendo como base el período 1990-2014, la situación de España en conjunto es más desfavorable. «No ha hecho los deberes en cuanto a reducción de emisiones causantes del cambio climático. Ha pasado de un factor 100 a uno 115, mientras que Europa en el mismo período pasó de 100 a 77», resalta Fernando Prieto, uno de los autores del informe.
El estudio no se refiere solo a las emisiones, sino que también analiza los posibles impactos del cambio climático en la comunidad. De este modo, la investigación estima que para mediados de siglo las temperaturas experimentarán un incremento de 2,5 grados con respecto a los valores actuales, mientras que en primavera el aumento previsto será de dos grados. En general, la previsión apunta hacia un mayor número de días cálidos y a una reducción de los fríos.
Sobre el nivel del mar señala que desde el año 1940 está subiendo a un ritmo de entre 2 y 2,5 centímetros por década. Este incremento, según el informe, «está teniendo ya consecuencias en las costas, con procesos erosivos como desplazamientos, colapsos y deslizamientos rotacionales».
El rápido incremento de las emisiones de dióxido de carbono, producto de la acción humana, provocan también una mayor acidificación del mar. «Los datos recogidos -se recoge en el estudio- constatan que en las aguas adyacentes a Galicia el pH de las aguas superficiales disminuyó a una tasa media de 0,052 unidades por década desde el año 1975 hasta la actualidad».
En cuanto a los impactos del calentamiento global en los ecosistemas, los expertos advierten de que algunas especies arbóreas, las menos termófilas, podrían llegar a desaparecer. También se ha observado tendencia al adelanto en las fechas de floración en especies como el castaño -17 días de media desde 1970- y el sauce. Del mismo modo, se han constado adelantos en la fecha del brote de la hoja y en la caída de la misma.
Otro de los fenómenos observados, que cada vez es más habitual, consiste en el incremento significativo de la presencia de peces marinos que son propios de aguas más cálidas, de latitudes tropicales y subtropicales, a la vez que se prevén «descensos significativos de las capturas de sardina y pulpo».
«Los efectos sobre la biodiversidad del cambio climático se extienden por todo el territorio y afectan a todos los espacios protegidos», destaca sobre la situación general Raúl Estévez, otro de los autores de la investigación.
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