Habrá carteles para avisar de los espacios sin tabaco, pero no se vigilará ni se multará
María Santalla / la voz, 27 de junio de 2016.
La iniciativa comenzó en Baiona cuando el ahora Conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, era alcalde de esa localidad. El primer año fue una playa, luego se sumaron otras, hasta cinco. Este año la consellería ha decidido tomar el testigo, exportar esa idea a otras playas de Galicia e impulsar un proyecto novedoso: una red gallega de playas sin humo, es decir, sin tabaco.
Para comenzar se decidió invitar a dar este paso más en el camino de la calidad ambiental, en esta primera convocatoria, a los concellos con playas de bandera azul, La respuesta ha sido buena y por el momento se han sumado a la propuesta de Sanidade quince municipios de las tres provincias gallegas con costa, que aportarán 22 playas a la red sin humo. Esta comenzará a funcionar este viernes, 1 de julio, y hasta entonces todavía pueden sumarse nuevos ayuntamientos y nuevos arenales, tanto aquellos que tengan bandera azul como otros que no dispongan de este distintivo pero que por sus características se considere que deberían convertirse en áreas libres de tabaco.
Los ayuntamientos que quieran participar tienen que adherirse al programa y a lo único que tienen que comprometerse es a colocar la señalización y distribuir los folletos que la consellería está preparando para esta campaña. Una vez configurada la red, se espera que vaya sumando adhesiones cada año.
A partir del viernes las playas incluidas en la red estarán señalizadas con carteles que indicarán su condición de espacios sin humo. La señalización y los folletos informativos serán las únicas señas de identidad de la campaña. El acceso a estos arenales será libre, nadie vigilará si los usuarios cumplen o no con la recomendación, y por supuesto tampoco habrá multas para quienes decidan incumplirla y fumen en la playa. Pero desde el programa contra el tabaco de la Consellería de Sanidade tienen confianza en que eso no ocurra. Y la experiencia los avala. «Fue la propia sociedad, la buena acogida de estas medidas, la que generó que en Baiona se extendiera al resto de las playas. La experiencia es que los propios usuarios de la playa sin humo cuando ven a alguien fumar son ellos mismos, con su actitud, los que rechazan ese incumplimiento», dicen desde Sanidade.
El objetivo es extender un modelo positivo para los adultos, pero sobre todo para las nuevas generaciones. Y reforzar la idea de que el tabaco causa daños en la salud de los fumadores y de quienes les rodean, pero también es dañino para el medio ambiente. En este aspecto, la campaña va un paso más allá de otras anteriores, desarrolladas fundamentalmente por algunos concellos, cuyo objetivo era evitar que las colillas fuesen a parar a la arena de la playa, donde tardan muchos meses en descomponerse. Esos programas, que en muchos arenales siguen vigentes, consisten en repartir a los bañistas depósitos portátiles en los que echar las colillas en lugar de enterrarlas en la arena. Se consigue así un efecto inmediato, al evitar que los restos de los cigarrillos de esos usuarios acaben en el suelo, pero también se ejerce una labor de concienciación. Ahora la idea es que directamente no se fume en la playa para que los usuarios de esta no se vean obligados a convivir con los malos humos y para evitar, de paso, el problema ambiental que generan las colillas.
Por el momento se han incorporado a la red, en la provincia de Pontevedra, las cinco playas de Baiona en las que ya se desarrollaba el programa, una en A Guarda, una en Marín, dos en Nigrán y dos en Bueu. En A Coruña han confirmado su participación A Laracha, Miño, Oleiros, Ortigueira, Ribeira y Boiro, cada uno de ellos con un arenal excepto Ortigueira, que aporta dos. Mientras, en Lugo están incluidos los concellos de Barreiros, Foz, Ribadeo y Cervo, con una playa cada uno de ellos.
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