La vanguardia, 28/06/2016
Un loro gris africano (McClatchy-Tribune) |
Tiene 19 años y es muy hablador. Tanto que a su dueña le ha puesto en un buen aprieto, de esos que se saldan con cárcel. Un fiscal se está planteando que Bud, un loro africano (también llamado loro gris de cola roja), sea la prueba clave en el juicio por el asesinato de un Martin Duram, su dueño.
Duram falleció en mayo de 2015 tras recibir varios disparos en Sand Lake, Michigan. Desde entonces, el animal ha estado repitiendo la frase “don’t fucking shoot” (“diablos, no dispares). Ahora, el fiscal del estado plantea que las palabras de Bud sean utilizadas para incriminar a Glenna, la mujer de la víctima. La acusada sobrevivió a una herida de bala en la cabeza que , según apuntan las pruebas, se habría provocado ella misma.
No sería la primera vez que el testimonio de un loro es aceptado durante un proceso judicial. En 1993 el fiscal de Santa Rosa, Charles Ogulnick, defendió a un hombre acusado de asesinar a una socia de negocios. Max, también un loro gris africano, estaba en casa en el momento del suceso, y los días posteriores repetía la frase “No, Richard, no, no, no!”. En aquel caso, las palabras de Max sirvieron para demostrar que el investigado era inocente.
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