ONE - El País, 12-06-2016
No falta mucho para que algún chef de prestigio mundial -de los de estrellas Michelin, esferificaciones nitrogenadas y platos a 200 euros- comience a enviar sus creaciones por Internet. No hablamos de un servicio a domicilio (¡qué poco glamour!) sino de un envío literal. Es decir, entrar en una web, seleccionar una receta de nombre imposible, conectarse unos sensores y… disfrutar a través de estímulos en tus sentidos del placer de la alta cocina. Tu cerebro interpretará aquello como la más deliciosa de las comidas, aunque en términos nutricionales sea la nada absoluta. Adrian Cheok cree que, al ritmo al que avanzan las nuevas tecnologías, esto será posible en 15 o 20 años. Tal vez menos si los experimentos que su equipo del Imagineering Institute, laboratorio que él mismo dirige, tienen éxito en próximas fechas. De momento ya han conseguido cosas tan asombrosas dentro de este campo como transmitir olores a través de una aplicación móvil, reproducir el sabor dulce mediante un dispositivo que estimula las papilas gustativas o engañar al cerebro haciéndole creer que la cantidad de comida ingerida es mayor que la consumida realmente.
Cheok es uno de los investigadores más importantes del mundo en el terreno de la denominada “realidad mixta”, un concepto que sobrepasa la realidad aumentada y la realidad virtual, puesto que su objetivo es combinar ambos mundos -el físico y el digital- en tiempo real para que puedan convivir e interactuar. El trabajo de Cheok desde el Imagineering Institute es “construir la Internet del futuro” mediante la convergencia de la tecnología, el arte y la creatividad. La idea de transmitir todo tipo de sensaciones a través de Internet se sustenta, según Cheok, en “el deseo de los seres humanos de comunicarse; la tecnología debe orientarse a satisfacer estas necesidades fundamentales, porque es esencial para nuestra felicidad”. Ser feliz, por ejemplo, sintiendo el abrazo o el beso de la persona amada aunque se encuentre a muchos kilómetros de distancia, es uno de los experimentos que ya han llevado a cabo con éxito desde el equipo de Cheok.
Pero sus planes no se detienen en el envío de información digital entre dos seres humanos, por mucho que esto despierte nuestras emociones. Quiere ir mucho más allá: “El siguiente paso es que esa persona no tiene porqué ser real. Puede ser una creación virtual. Tendremos robots o personajes virtuales que serán nuestros amigos y podremos comunicarnos con ellos a través de nuestros cinco sentidos gracias a Internet. La combinación de la inteligencia artificial y la tecnología multisensorial lo hará posible en el futuro. Tendremos amigos e incluso amantes que no serán físicos”.
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