El coche autónomo esta tomando la posesión de las calles de grandes ciudades. Google especialmente se esfuerza en conseguir implementarlos cada vez en mas ciudades. Por otro lado, Tesla también está haciendo un gran trabajo para ello. Son seguros y ofrecen una nueva manera de moverse por la ciudad, pero, ¿estamos preparados para ello?
Según un estudio realizado por Google, hay tres cosas que siguen sorprendiendo a la mayoría de personas que entran en uno de estos coches autónomos. A fin de cuentas, somos una generación que aún no se ha acostumbrado a la idea de que un coche funciona totalmente solo sin necesidad de que alguien esté al volante. Quizás dentro de unos años esta mentalidad cambie, pero hasta entonces seguirá siendo una novedad.
Cada vez que se va implementando en alguna ciudad nueva, Google decide ofrecer la experiencia de viajar en un coche autónomo a diversos voluntarios de la ciudad. Con esto detectan cuáles son las inquietudes de los ciudadanos y qué ventajas y desventajas ven en usar coches autónomos. Tras varias pruebas han encontrado cuáles son las cosas que más sorprenden a las personas que viajan en un coche autónomo.
Es aburrido ir en un coche autónomo:
Por raro que parezca a muchas personas les aburre ir en un coche autónomo. Se esperan mucho más, pero en realidad se encuentran en un coche que respeta todas las normas de circulación y no hace nada inesperado.
Es impresionante cuantas cosas es capaz de ver el coche:
El coche de Google es capaz de ver todo lo que le rodea gracias a sus cámaras de 360 grados. Además, cuenta con infinidad de sensores que le avisan en todo momento de lo que ocurre a su alrededor.
El coche autónomo es un coche confiable a fin de cuentas:
Tras pasar un rato en el coche la mayoría de personas que se suben escépticos comienzan a confiar en el coche y se sorpenden de lo seguro que realmente es.
Con todo esto es inevitable pensar en el accidente que tuvo recientemente el coche de Google con un autobús en California. El primer accidente que ha tenido siendo su culpa. Podemos pensar que al ser un robot debería ser imposible que tenga un accidente ya que cumple todas las normas. Sin embargo, esto no es del todo cierto, pues debido al contexto en constante cambio en el que se encuentra (la ciudad) es prácticamente imposible anticiparse a cualquier posible situación. El coche de Google ha tenido un accidente, sí, pero su porcentaje de accidentes es infinitamente inferior al de los seres humanos.
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