M. S. D. / la voz, 11 de marzo de 2016.
Falta poco, tal vez menos de una década, para que los vehículos circulen de forma autónoma, sin necesidad de un conductor al volante. Es el mayor reto de la automoción en estos momentos y en él están volcados todos los fabricantes, que compiten con ideas cada vez más sorprendentes.
Ford ha querido dar un paso más y acaba de registrar en EE. UU. la patente denominada Sistema de Entretenimiento del Vehículo Autónomo (AVUS, por sus siglas en inglés). El diseño registrado muestra el interior de un vehículo equipado con un proyector situado en el techo y una pantalla que se despliega en la parte frontal, cubriendo todo el parabrisas. Según el fabricante, los pasajeros pueden ver películas tumbados en los asientos reclinables mientras el coche se dirige a su destino.
Este sistema de entretenimiento, especialmente pensado para largos desplazamientos, ha levantado polémica entre los seguidores de los avances tecnológicos de la automoción autónoma.
El motivo de las críticas viene dado, precisamente, por el despliegue de la pantalla panorámica sobre la luna delantera, anulando toda posibilidad de visión del exterior. Esto no tendría que ser realmente necesario, ya que se supone que la tecnología de esta clase de automóviles llegará a convertirlos en cien por cien autónomos. Sin embargo, la imposibilidad de visión exterior impediría que el usuario pudiera realizar alguna maniobra de emergencia en caso de que apareciera algún imprevisto en la carretera.
La conclusión de los expertos es que para que la nueva patente de Ford se lleve a término la tecnología del coche autónomo tendrá que avanzar hasta el punto de ser realmente fiable.
Que los ocupantes del vehículo disfruten al máximo durante los trayectos no es solo objetivo de la compañía norteamericana. Volvo Cars y Ericsson se han aliado para crear un sistema conectado inteligente en streaming para coches autónomos, que permitirá que los conductores y pasajeros aprovechen su tiempo de viaje.
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