M.Torres, M.Gago / la voz, 15 de noviembre de 2015.
La biodiversidad gallega sufre una nueva amenaza. Tras la plaga del picudo rojo y la avispa asiática, se enfrenta ahora a la cotorra argentina. La especie se introdujo hace más de tres décadas y avanza imparable. Su distribución en Galicia se centra en Vigo, Moaña y A Guarda. El motivo de su presencia es la suelta imprudente de ejemplares por parte de propietarios que se cansaron de su compañía.
Son los únicos puntos de la geografía gallega en los que ya anida la especie, según el primer censo de Myiopsitta monachus, realizado en España por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Bird Life), con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente. La población se estima en cerca de 20.000 ejemplares (entre 16.500 y 18.700).
El mapa sitúa en Galicia un total de 107 parejas. Según la Sociedad Española de Ornitología hay 75 parejas en Vigo, 28 en A Guarda y 4 en Moaña.
«Se han prospectado más de 450 municipios en España en los que había referencias de esta especie y solamente se han encontrado cotorras argentinas en 125 municipios de 25 provincias que se encuentran en 15 comunidades autónomas. Han podido pasar desapercibidas determinadas localidades con pequeñas poblaciones en provincias para las que sí se da censo positivo en estos resultados», asegura Juan Carlos del Moral, coordinador del Área de Estudio y Seguimiento de Aves de SEO/BirdLife.
La asociación naturalista Anabam confirma su anidamiento en tres puntos concretos del municipio de A Guarda. Están en pleno núcleo urbano, en centro de salud guardés, en la alameda y en una finca privada que está situada frente a la carretera que va hacia el municipio de Tomiño y en todos los casos se han localizado en palmeras, indica el estudio publicado por Agustín Ferreira, presidente de la asociación.
En su estudio se desarrolla la tesis de que a la comarca llegaron, probablemente y, como en el caso de otras especies invasoras ya conocidas en toda Galicia por su capacidad destructiva, como el escarabajo rojo, a partir de Portugal, «individuos escapados de las jaulas o puestos en libertad de forma deliberada». «En el municipio de A Guarda su área se sitúa en el entorno de los nidos, llegando hasta la orilla del Miño, así que hemos visto ejemplares en la zona de A Pasaxe y de la marisma de Salcidos», explica Agustín Ferreira tras su estudio. Pero no se considera una plaga.
Su posesión, transporte, tráfico y comercio están prohibidos, según el Catálogo español de especies exóticas. En el censo, los 52 nidos detectados en Vigo, A Guarda y Moaña, sitúan a Pontevedra en el lugar número 15 del listado de las 25 provincias españolas en las que se confirma una presencia significativa de casos. «Al haberse realizado el censo en una sola temporada, no es improbable que no se haya detectado en alguna localidad y que se haya podido infravalorar el número de cámaras en cada nido», indica la SEO/Bird Life.
Las provincias con mayor número de ejemplares son Madrid, Barcelona y Málaga. Según la SEO, su población crece a un ritmo de un 20% anual.
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