Bea Costa, 07 de noviembre de 2015.
Trabajaba como auxiliar de topógrafo -una de sus últimas obras fue la del AVE en Vilagarcía- y ahora pone cara al anuncio más popular de la televisión en Galicia: el de «Vivamos como galegos» de Gadis. Ademar Silvoso Abal lleva tres años sobre los escenarios pero ha sido la televisión la que ha dado la popularidad. La proyección mediática que consigue este medio no tiene nada que ver con el teatro pero, confiesa, en donde se siente más cómodo es sobre la tablas y frente al público. Alguna incursión tuvo antes con el mundo de las series de televisión y del cine -entre otros rodó a las órdenes de su paisano Juan Galiñanes los cortos promocionales de la Festa do Albariño-, pero la publicidad era un campo por explorar. Y su gran oportunidad llegó con la cadena de supermercados.
El lametazo de paté
Era la primera vez que actuaba con un animal y aunque Fusco, que así se llama el perro protagonista, ya tiene mucha experiencia en estas lides -en sus ocho años de vida ha hecho numerosos rodajes para publicidad y cine- «sempre tiñas que estar moi pendente de como ía reaccionar». Pocas veces hubo que repetir una toma por culpa de Fusco, aunque alguna hubo. El can de palleiro del que presume Gadis tenía que darle un lametazo a Ademar en la cara y no había forma. Ni cambiando de posición ni cambiando el maquillaje. Al final, Ademar tuvo que untarse la cara de paté para que Fusco le lavara la mejilla, y el recurso funcionó, aunque la toma no sale en el anuncio. Actor y perro estuvieron seis días trabajando juntos. Dos antes del rodaje, que se dedicaron a que el animal se familiarizara con el actor siguiendo los consejos de los adiestradores Octavio y Adrián, y otros cuatro días ante las cámaras. «Traballar cun can é difícil e non. É estraño», comenta Ademar Silvoso. A los ojos del experto y adiestrador, Octavio Villazala, Fusco y Ademar «empatizaron en la primera media hora, fue un amor a primera vista», comenta. «Tienen los dos una sensibilidad magnífica y eso fue clave para el éxito del anuncio». Octavio lleva trabajando con Fusco desde que era un cachorro a través del centro canino Montegatto, y no solo en platós de cine y televisión. Este pastor gallego «amoroso y trabajador» también es perro de asistencia y trabaja en terapias con personas mayores y personas con discapacidad. Lo próximo será con niños con síndrome de Down. «Fusco fue pionero en hacer este tipo de cosas dentro de su raza. Fue un hito histórico para un palleiro», señala el adiestrador.
Voluntario del refugio
Era la primera vez que trabajaba con un perro pero el mejor amigo del hombre en absoluto le es ajeno a Ademar Silvoso. Este cambadés de 33 años lleva ya un tiempo colaborando con el Refugio de animales de Cambados echando una mano en lo que puede; reuniendo ropa para los voluntarios, llevando en su coche a algún perro abandonado o herido, sacándolos de paseo los sábados... «Entrei pola miña irmá pequena e xa quedei», explica, y lo que son las cosas, la fama le llega ahora compartida con un perro. Se jacta la cadena de supermercados de que los gallegos «presumen a modiño» y Ademar da ejemplo.
«Sí a todo»
A raíz de estrenarse el anuncio ha recibido un aluvión de mensajes y llamadas de felicitación de gente de la que no sabía nada desde hacía años. Es lo que tiene salir en la tele, pero él sigue con los pies en el suelo. «Hai que aproveitar o tirón pero eu vou seguir presentándome a castings». Así llegó, por un cásting, a conseguir este papel y con esta filosofía de «dicir si a todo» ha logrado convertir su vocación en su profesión. «Coa crise decidín apostar» y la jugada le está saliendo bien, aunque en este oficio de actor siempre está «a incertidume de que te chamen para traballar». A él, de momento, lo van llamando. Ademar forma parte de las compañías Escuadra Diecisiete y Nelsson Quinteiro -con esta última actuará el día 14 en A Illa de Arousa- y tiene otros proyectos en el horizontes. El cambadés lo lleva con calma pero sin pausa y sin olvidar su principal aspiración: ser feliz.
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