NOVO / VdG 10 noviembre, 2015
Un vuelo entre Adelaida, en Australia, y Kuala Lumpur, en Malasia, tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Bali por una inesperada y probablemente nunca vista razón. No fue un problema técnico ni climatológico, ni tampoco una emergencia relacionada con un pasajero o algún miembro de la tripulación.
Y es que fueron las flatulencias de 2.186 cabras que iban a bordo las que provocaron que saltasen las alarmas de humo del aparato.
En un momento del vuelo entre Adelaida y Kuala Lumpur, los pilotos de un avión de Singapore Airlines recibieron la alerta de que se habían activado las alarmas de humo del aparato. Decidieron entonces realizar un aterrizaje de emergencia en Bali. Ya en tierra, durante la inspección del avión no localizaron ninguna señal de humo o fuego. Al final cayeron en la cuenta que la alarma se había activado debido a los gases producidos por 2.186 cabras que iban en las bodegas del aparato. Fueron suficientes para activar las alertas en el Boeing 747.
Tres horas después del desagradable incidente, el avión pudo despegar de Bali con destino a Kuala Lumpur sin que se registrase durante el vuelo ninguna otra incidencia relacionada con las flatulencias de las cabras.
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