J. V. Lado / la voz, 13 de noviembre de 2015.
La sociedad fisterrana y también mucha gente de la cultura de la Costa da Morte debate estos días sobre la idoneidad de instalar o no un nuevo elemento escultórico en el ya saturado cabo Fisterra, que lleva décadas acumulando placas conmemorativas, figuras y sobre todo mucha basura a costa de la dudosa tradición de quemar allí la ropa y el calzado una vez terminada la ruta jacobea.
En este caso el artífice de la idea es el artista valenciano Rafael Trénor, que lleva más de 20 años desarrollando un proyecto de escala planetaria que consiste en inscribir el mundo rodeando un cubo, cuyos vértices sobresalen del terreno en lugares que van desde Tierra de Fuego en Argentina hasta Rusia pasando por Hawái o Nicaragua.
Dentro de esa concepción espacial el único punto que coincide en Europa está en Galicia y el lugar elegido, por indicación del arquitecto César Portela, es el Monte do Cabo fisterrán. De ahí que Trénor se reuniese la semana pasada con una amplia representación de vecinos y con todos los grupos políticos locales para explicarles el espíritu de El Alma del Mundo, que es como se llama el proyecto.
El encuentro sirvió para evidenciar la buena acogida política, con la salvedad de lo que pueda costar la obra, y un clima popular de apoyo, en algún caso verdaderamente entusiasta, como el del concejal de Converxencia Galega, Xan García, que califica la idea como «unha oportunidade única de Fisterra non pode deixar pasar custe o que custe», porque, a su juicio, conecta la localidad con otros puntos del mundo y incrementa si cabe su valor universal.
Sin embargo, a medida que pasan los días han empezado a surgir voces críticas de historiadores, escritores o antropólogos que consideran que el valor del cabo Fisterra está en sí mismo, su ubicación y condiciones naturales, con lo que cualquier añadido no sirve para más que para contaminarlo. Así, el investigador local Luis Lamela, uno de los más activos en estas críticas, se pregunta: «¿Quién prestigia a quién: Rafael Trénor al monte del Cabo o el cabo Fisterra a Rafael Trénor?».
De ahí que la polémica esté servida y el asunto augure una larga y compleja deliberación.
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