La Voz, 07 de mayo de 2016.
El sector turístico madrileño se frota las manos con la llegada estos días, y hasta el 10 de mayo, de 2.500 ciudadanos chinos, todos destacados trabajadores del Grupo Tiens, que han sido invitados por su propietario a unas vacaciones en España. Las primeras estimaciones económicas del desembarco oriental hablan de casi 20 millones de euros los que dejará el desembarco de operarios chinos.
De hecho, las autoridades madrileñas creen que cada uno de ellos podría dejar una media de 1.000 euros diarios. Y nada mejor que ofrecerles todo un plan que incluye festejos, gastronomía y tópicos. Así, la avalancha amarilla presenció ayer una corrida de toros -algo light por ser sin muerte del animal y carecer de sangre- en la plaza cubierta de Moralzarzal, una sesión de flamenco, así como un macro-evento gastronómico y cultural celebrado en la Casa de Campo, en el que no faltó una multitudinaria paella valenciana y un acto de hermanamiento entre el país oriental y España. La gira de los 2.500 chinos se completará con una visita a Barcelona, ciudad a la que se desplazarán mañana.
El atractivo que despierta lo español en China ha ido creciendo en los últimos tiempos. La firma Tiens, que está presente en casi 200 países, se dedica preferentemente al sector de la salud y la nutrición, aunque también tiene intereses en el turístico. No es la primera vez que el propietario, Li Jinyuan, regala a sus mejores directivos un viaje semejante, ni tampoco el único millonario que lo hace. Los nuevos magnates chinos ya pusieron de moda costear a sus empleados estrella las vacaciones por Europa. Los últimos llenaron las calles de París.
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