Paulino Vilasoa / VdG, 22 de mayo de 2016.
Su inteligencia artificial no solo le permite ejecutar órdenes sencillas, sino también entender frases complejas. Sus creadores pretenden que sea tan universal como el Wi-Fi o el Bluetooth.
Dag Kittlaus comenzó a explicarle a un hombre de 65 años a qué se dedicaba, este le interrumpió: «Es demasiado tecnológico. No entiendo esas cosas». El creador de Viv no estaba de acuerdo. Para él, cualquiera que pueda mantener una conversación es capaz de comprender su última creación.
El emprendedor ya había sido en el año 2007 el artífice, junto a tres compañeros, del mundialmente famoso Siri, que fue adquirido cuatro años después por Apple.
Poco contentos con la filosofía de la compañía de la manzana, Kittlaus y su compañero Adam Cheyer decidieron seguir su camino investigando lo que para ellos es el futuro del desarrollo informático: la inteligencia artificial.
Y así nació Viv, un paso de gigante en el mundo de los asistentes virtuales que saldrá a la luz a finales de año y que tiene por objetivo acabar siendo tan universal en todos los sistemas operativos como lo es el logo de Wi-Fi o de Bluetooth.
A diferencia de sus principales competidores, el revolucionario sistema no se dedica únicamente a buscar información, poner una alarma o enviar un mail.
Viv se vende como un verdadero secretario que se ocupa de las tediosas y necesarias gestiones diarias con solo una orden de voz.
Peticiones como «Mándale a mi madre un ramo de flores por su cumpleaños» o «Envíale a Adam los 20 euros que le debo» desembocan automáticamente en su transacción correspondiente.
Lo logra gracias a una de sus principales fortalezas: permitir que los desarrolladores de las compañías proveedoras de servicios accedan a su código para enriquecer y perfeccionar el sistema.
Dag Kittlaus compara las posibilidades de esta idea con la explosión de creatividad que se produjo cuando Apple abrió su App Store a los desarrolladores externos.
También ayuda a su labor la comprensión sintáctica y semántica del lenguaje, a años luz del resto. Frases imposibles de decodificar para los sistemas de voz actuales, como «¿Habrá más de 21º cerca del Golden Gate pasado mañana después de las cinco de la tarde?» o «Busca una tienda camino a casa de mi hermano que venda un vino apropiado para una lasaña» tienen su respuesta inmediata y específica.
Viv analiza la sintaxis, las recomendaciones de otros usuarios y los servicios online para satisfacer la necesidad de su «jefe».
Cualquiera que sepa mantener una conversación, será capaz de usar Viv al instante.
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