AFP, 13 de mayo de 2016.
JOHN GURZINSKI | AFP |
El futuro del transporte puede haber comenzado a tomar forma en el desierto estadounidense de Nevada, con el primer ensayo público de un sistema de propulsión que haría funcionar un proyecto futurista de tren casi supersónico, el Hyperloop. Frente a un grupo de invitados sentados en gradas, una especie de trineo se deslizó a lo largo de una pequeña vía instalada cerca de Las Vegas, antes de frenar y detenerse en un lecho de arena y levantar una nube de polvo.
La empresa Hyperloop One aspira a propulsar cápsulas que transporten pasajeros o mercancía en cojines de aire en un tubo a baja presión, lo que les permitiría recorrer en 30 minutos los cerca de 600 kilómetros que separan Los Ángeles de San Francisco. Alcanzarían una velocidad de 1.223 kilómetros por hora, prácticamente equivalente a la del sonido (1.234 kilómetros por hora).
La idea de Hyperloop fue lanzada hace tres años por el multimillonario estadounidense Elon Musk, que también está detrás de los vehículos eléctricos Tesla y de la sociedad aeroespacial SpaceX. «Es un momento significativo para nosotros», señaló el cofundador de Hyperloop One, Shervin Pishevar. «Estamos en terreno sagrado. El equipo ha trabajado increíblemente duro para llegar a lo que llamamos la muestra de nuestra Kitty Hawk», dijo Pishevar, en referencia al pueblo de Carolina del Norte donde los hermanos Wright hicieron volar el primer avión propulsado en 1903.
Brogan BamBrogan, otro de los confundadores, explicó que el objetivo «es concebir un sistema de transporte que pueda llevar a gran escala pasajeros y mercancías, y así bajar los costes». El trineo de la prueba evolucionaría hacia una especie de chasis para las cápsulas, capaz de acelerar a 640 kilómetros por hora en pocos segundos.
Como el despegue de un avión
«El viajero no sentirá mas aceleración que la de un avión que despega», agregó BamBrogan. Luego, la cápsula se deslizará a través de largas distancias de forma tranquila y con un bajo consumo de energía, aseguró. La compañía prepara un ensayo a escala y velocidad reales en un tubo de dos kilómetros que se construirá en el mismo desierto de aquí a finales del año.
Por su parte, Rob Lloyd, director ejecutivo de Hyperloop One, afirmó que «estaremos trasladando mercancía en el 2019, y transportando pasajeros de forma segura en un Hyperloop en el 2021». Unas previsiones que despiertan cierto escepticismo por los numerosos problemas técnicos que se deben salvar.
Un día antes del ensayo, la compañía anunció inversiones de 80 millones de dólares de distintas compañías, entre ellas la compañía estatal francesa de ferrocarriles SNCF; GE Ventures, rama de inversiones del conglomerado estadounidense General Electric, o la alemana Deutsche Bahn. «Creo que esto hará al mundo físico lo que Internet hizo al mundo digital», dijo Andrew Liu, vicepresidente de la multinacional de ingeniería AECOM, otra de las firmas colaboradoras.
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