José Manuel Pan / la voz, 15 de mayo de 2016.
SANDE |
Es uno de los problemas más graves para el tráfico en muchas zonas de Galicia, y una de las primeras causas de accidentes de tráfico en la provincia de Lugo. La irrupción de animales salvajes en las carreteras es una preocupación constante para los responsables de la seguridad vial en la comunidad, que crearon en abril un grupo de trabajo para analizar el problema y buscar soluciones. La Axencia Galega de Infraestruturas, dependiente de la consellería que dirige Ethel Vázquez, elaboró un estudio en el que se identifican los tramos de concentración de atropellos de animales, fundamentalmente jabalíes y corzos, en las carreteras de titularidad autonómica. A partir de ahí se está trabajando en la mejora de la información a los conductores con el aumento de las señales tradicionales de peligro por paso de animales en libertad, pero también se están realizando ensayos con sistemas que eviten la irrupción de animales en la red viaria. Esas pruebas se están efectuando en carreteras autonómicas de la provincia de Lugo y si dan resultado positivo se implantarán en el resto de los tramos afectados por este problema.
En el corredor CG-2.2 Sarria-Monforte se ha reforzado el vallado de protección con una malla electrosoldada en una zona de alta siniestralidad, entre los kilómetros 45,500 y 50. Asimismo se han instalado prismas reflectantes en los postes de delimitación de la carretera que de noche recogen los primeros haces de las luces de los vehículos y los transforman en destellos que se dirigen hacia las zonas laterales de acceso de la fauna. El objetivo es que esos destellos paralicen a los animales antes de que intenten cruzar la carretera.
Esos prismas solo tienen efecto de noche y, según las fuentes consultadas, tienen gran efectividad en el comportamiento de los jabalíes. La Axencia Galega de Infraestruturas también estudia la posibilidad de instalar refuerzos en los vallados con sistemas de atracción olfativa para conducir a los animales hacia los pasos de fauna. Los prismas reflectantes del corredor Sarria-Monforte están instalados cada 50 metros durante un tramo de diez kilómetros.
También se instalaron prismas reflectantes en la carretera LU-546, entre Nadela y Monforte de Lemos, en los tramos de riesgo que discurren en paralelo al corredor CG-2.2 y en salidas de caminos con alta siniestralidad. En esta vía también se ha procedido al refuerzo del vallado de protección.
Por último, la Xunta realiza pruebas con ese sistema de control de la fauna por medio de destellos en la carretera LU-652, entre Bóveda y el barrio de la Estación de Pobra do Brollón. En este caso los prismas reflectantes han sido colocados en las salidas de caminos.
Grupo de trabajo
El grupo de trabajo para la reducción de atropellos de animales en las carreteras está tutelado por representantes de la Dirección Xeral de Conservación da Natureza y cuenta con la participación de especialistas de la Consellería de Medio Rural, del Ministerio de Fomento, de la Dirección General de Tráfico, de la Guardia Civil y de la Axencia Galega de Infraestruturas. En el equipo también están representados los cazadores.
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