No se siente un héroe por haber defendido a un desconocido. «Espero que se haga justicia de verdad: iban a matarme»
Xurxo Melchor / la voz, 26 de julio de 2016.
XOAN A. SOLER |
La cara de Alejandro Riverol Fernández (Santiago, 1990) está tan llena de heridas como de dignidad y firmeza: una venda tapa su nariz rota, tiene la boca repleta de llagas, la espalda rígida por los moratones y contracturas y tanto dolor que solo duerme gracias a la medicación. Son las terribles consecuencias de la brutal paliza que el jueves de la semana pasada le propinaron unos jóvenes en las fiestas de Callobre (A Estrada), cuando trató de defender a un chico al que esta pandilla estaba intimidando.
-Tuvo un gesto altruista que le honra al defender a alguien que no conocía de nada.
-Tampoco creo que sea un héroe. No podía dejarlo solo con esa manada de salvajes. Nadie que se pueda considerar un ser humano puede darle la espalda a una situación así. Eso le puede pasar a un hermano o a un hijo tuyo. Tienes que quedarte. Si conmigo, habiendo testigos, hicieron esa salvajada, imagínate si la gente se hubiese ido. Esta gente tenía una agresividad tremenda, la excusa era que les diera el cubata. Al chico lo agarraron y lo rodearon y yo, que me había alejado de mi grupo porque iba a orinar, me acerqué pero sin ningún gesto agresivo, sin ningún insultó y les dije: «Qué edad tenéis, qué estáis haciendo, a esta hora de la noche vamos todos para casa, vamos a calmarnos». Y ya lo que recuerdo es un golpe brutal que no te lo esperas.
-Poco a poco, mejor, pero es horrible hasta comer, porque tengo la boca llena de llagas y no distingo los sabores. Como porque sé que necesito comer. Además, se me cae la casa encima, yo trabajo en invierno en un colegio de cocinero y en verano me dedico a la hostelería y la verdad es que es mi vocación y quiero reincorporarme cuanto antes, porque es lo que me gusta y porque estoy siendo un problema para mi hotel, y más en verano.
-¿Cuánto estará de baja?
-La baja estimada son 25 días, pero quiero recuperarme cuanto antes y pasar esta experiencia, porque ahora no tengo vida.
-Vaya madre que tiene, no dudó en investigar y reunir testigos...
-Pues sí. Ella fue buscando justicia, hablando con los testigos para averiguar qué es lo que había pasado, porque tampoco queríamos inventar nada. Aquí lo que se está diciendo es la verdad pura y dura, porque no queremos hacerle daño a nadie, solo a los que me hicieron esto, ni más ni menos. Esta gente debería estar encerrada y metida en una isla porque no puede estar con la gente normal. Me alegro de que los hayan detenido, porque después de pegarme se reían, no son buenos. No son conscientes de que vida solo hay una y que la están tirando por la borda.
-Quedaron en libertad con cargos tras declarar ante el juez.
-No les tengo miedo, pueden amenazarme todo lo que quieran, porque pase lo que pase, voy a ir hasta el final, así que pierden el tiempo pidiendo números de teléfono. El que está federado en kick boxing cogió carrerilla y me dio una patada tan brutal que me dieron por muerto. Creo que cuando se fueron fue por miedo de pensar que me habían matado. Espero que se haga justicia de verdad, no la que muchas veces vemos. Espero que se haga justicia de verdad, porque esta gente iba a matarme.
Los dos detenidos por la paliza quedan en libertad con cargos tras declarar ante el juez
Los dos jóvenes que la Guardia Civil detuvo como presuntos autores de la brutal agresión que sufrió Alejandro Riverol Fernández, un compostelano de 26 años de edad, pasaron ayer a disposición judicial en Santiago. Tras ser interrogados por el magistrado del Juzgado de Instrucción número 3 de la ciudad quedaron en libertad, pero investigados -antiguamente imputados- por al menos el cargo de lesiones.
Los dos detenidos son Aaron Sande Rodríguez y José Martínez, ambos residentes en O Milladoiro, aunque naturales de Vedra y Santiago. En la denuncia que interpuso el agredido ante el puesto de la Guardia Civil de Ames, que es el encargado de la investigación, figura un tercer presunto responsable de la paliza cuyo nombre es Rubén Sexto Fernández y que está siendo buscado por el instituto armado para que también preste declaración.
El domingo declararon también ante la Guardia Civil al menos dos de los tres testigos que presenciaron los hechos; ambos corroboraron punto por punto la versión que ofreció en su denuncia Riverol Fernández. Uno de ellos es el propio joven de entre 18 y 20 años al que el agredido quiso defender sin conocerle de nada; la otra, una chica que estaba en el aparcamiento del campo de la fiesta de Callobre cuando se produjeron los hechos. Ella habría sido la que, al ver las terribles patadas que le habían propinado en la cabeza, se echó sobre el cuerpo de la víctima y gritó a los agresores: «Ahora me dais a mí». Su gesto de valentía quizás evitó males aún mayores.
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