V. Moreno / Expansión 11/10/2015
Los desencuentros jurídicos entre elementos de la cultura popular y los derechos de autor son constantes. La lucha en los tribunales de los herederos de Arthur Conan Doyle por proteger la propiedad de las aventuras de Sherlock Holmes o las constantes batallas de los supervivientes de The Beatles por acaparar las regalías de sus canciones son los ejemplos más sonados.
En estas últimas semanas, han aparecido viejos conflictos de propiedad intelectual que los tribunales han terminado por resolver. El más conocido ha sido el que tiene que ver con la canción Cumpleaños Feliz, que tras 80 años concediendo importantes sumas por derechos de autor -se estima que generaba dos millones de dólares anuales-, ha pasado a formar parte del dominio público.
En su resolución, el juez de la corte federal de Los Ángeles, George H. King, puso fin a una lucha histórica al entender que Warner Music, dueño de los derechos desde 1988, sólo tenía la propiedad de la melodía, pero no de la letra, lo que le invalidaba para cobrar los royalties y la canción pasaba a formar parte del dominio público. Sin embargo, y para los que crean que todo ha acabado, ahora será Warner la que tenga que responder ante los tribunales y, posiblemente, devolver millones de dólares cobrados de manera ilegal.
El 'selfie' del macaco regresa a los tribunales
Otro asunto que ha vuelto a los tribunales es el de Naruto, el célebre macaco que se inmortalizó hace cuatro años -y se convirtió en un fenómeno viral en Internet- al hacerse unselfie'con la cámara del fotógrafo británico David Slater. Aunque la justicia estadounidense ya consideró que el mono no podía hacerse con la propiedad de los derechos de autor de la fotografía, puesto que "no se pueden registrar obras producidas por la naturaleza, animales o plantas", la organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA, por sus siglas en inglés) ha vuelto a poner este asunto en manos de la justicia.
Ante la inminente publicación de un libro de fotografías en la que aparece el famoso selfie, PETA ha interpuesto una demanda alegando que "es legítimo que Naruto posea los derechos de la misma forma y en la misma extensión que cualquier otro autor". Ante la imposibilidad de que el simio pudiera hacerse cargo de los royalties, PETA se ha ofrecido a convertirse en administrador de las ventas de la citada fotografía y utilizar lo recaudado "para beneficio de Naruto y su comunidad, sin compensación alguna para PETA".
Aunque existen pocas posibilidades de que el tribunal falle a favor de la organización animalista, habrá que esperar a la resolución de la corte, puesto que en caso de ser positivo podría marcar un sorprendente precedente jurídico.
Prohibido replicar el batmóvil
Además del asunto centrado en el Cumpleaños Feliz, los tribunales también han resuelto otros casos relacionados con la cultura popular, como el que tiene que ver con el vehículo del personaje de cómic Batman.
En este caso, la batalla legal se ha librado entre Gotham Garage, un taller de coches que realizaba réplicas del famosobatmóvil, y la editorial DC Comics, donde nació el superhéroe.
En una reciente resolución de la Corte Estadounidense de Apelación, el juez estima que el referido automóvil goza de suficiente relevancia como para ser considerado como un elemento distintivo y, en consecuencia, está protegido, de forma autónoma, respecto al resto de personajes del universo de Batman.
Aunque el propietario del taller, Mark Towle, alegó que DC Comics nunca había decidido proteger de ninguna manera el vehículo, el tribunal ha establecido que este objeto está efectivamente protegido por la normativa estadounidense de derechos de autor, por lo que no se puede realizar ninguna réplica del mismo sin contar con la autorización de la editorial de comics.
El sándwich de la polémica
Resulta impactante una resolución centrada en un sándwich de pollo. En este caso, Norberto Colón Lorenzana demandó a su antigua empresa, Church's Chicken, por violar los derechos de autor de su receta original, así como del nombre del bocadillo, y solicitó un porcentaje de las ganancias que la franquicia había logrado gracias a su creación.
El tribunal explicó al demandante que la Ley de Propiedad Intelectual de EEUU protege obras literarias, musicales o arquitectónicas, pero no las creaciones culinarias. Según apunta el fallo, "una receta que incluye una combinación de pollo, ensalada, tomate, queso y mayonesa no es una obra sujeta a derechos de autor".
En su sentencia, el juez también apuntaba que el nombre, elPechu Sandwich, no entra dentro de los niveles de cobertura de la norma, puesto que esta protección "no puede extenderse a palabras y frases cortas, como nombres, títulos o eslóganes".
No hay comentarios:
Publicar un comentario