Un pueblo riojano se opone a la retirada de todos sus contenedores, los cuales fueron pintados por artistas anónimos durante la madrugada del 11 de agosto. Los containers «se han convertido en icono del pueblo», defiende el alcalde
EFE, 12 de agosto de 2015.
Los vecinos del municipio riojano de Badarán se oponen a la retirada, por el Consorcio de Aguas y Residuos de La Rioja, de los contenedores del pueblo que han sido pintados por un artista o artistas anónimos y que en apenas un día se han convertido en un símbolo para el municipio.
Badarán, un pueblo de unos 600 habitantes y situado a 35 kilómetros de Logroño, «amaneció» ayer con sus 18 contenedores de basura, papel y cartón, pintados con varios estilos, que van del cubismo al abstracto, pasando por el arte figurativo, la caricatura o el «collage». Su color también varía de unos a otros y los hay que tienen motivos geométricos, algunos que imitan el «patchwork», representan animales, vegetales y hay hasta una viñeta de cómic.
El autor o autores de estas obra, realizadas la noche del lunes 10 de agosto al martes 11, «se mantienen en el anonimato», ha explicado el alcalde de Badarán, Francisco Javier Ibáñez, quien ha explicado que en el pueblo «hay diferentes teorías» al respecto dado que «hacer algo así requiere personal y planificación». Ha asegurado sentirse «encantado» con esta «manifestación artística» algo en lo que cree que coinciden «la mayoría de los vecinos». Ha insistido en que quiere «cumplir la voluntad de los vecinos» porque los contenedores «han sido utilizados como un lienzo» y eso «ha sorprendido a todo el mundo».
Por eso, estos contenedores se han convertido ya en «un símbolo del pueblo» y se opone a que sean retirados, como pretende el Consorcio de Aguas y Residuos de La Rioja, que es su propietario. «Hoy se ha intentado proceder a la retirada de uno de ellos, pero el pueblo ha salido a la calle para evitarlo», ha explicado Ibáñez, quien ha asegurado que está trabajando desde el Ayuntamiento «para mantener los contenedores en Badarán».
El Consorcio se ampara en el hecho de que una propiedad pública «ha sido dañada», ha detallado, aunque él cree que «el arte ha trascendido esta vez al vandalismo» y ha añadido que los vecinos «ya se están organizando y preparando pancartas» para «evitar que se requisen».
Según Ibáñez, este hecho en sí mismo «puede servir para reivindicar que el arte callejero no tiene por qué ser vandálico, soez o feo», ya que, de hecho, «al contrario, son piezas de una gran belleza y que dan vida al pueblo» porque «han creado una galería urbana» en Badarán que ya empieza a ser un recurso turístico más del pueblo.
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