OSCAR CELA |
Durante siglos, los científicos han creído que la luz no podía ser enfocada por debajo de un tamaño inferior a su longitud de onda, del orden una millonésima de metro. Ahora, un equipo internacional de investigadores con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Cambridge ha creado la lente más pequeña del mundo, capaz de focalizar la luz en espacios mil millones de veces más ajustados, del tamaño de un único átomo. Los resultados han sido publicados en la revista Science. Los investigadores utilizaron nanopartículas de oro como lentes focalizadoras que permiten ver enlaces químicos individuales en las moléculas. «Nuestras predicciones teóricas sugerían que esto podía ser posible, como así se ha comprobado ahora», asegura el profesor Javier Aizpurua, del CSIC.
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