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miércoles, 6 de abril de 2016

El vilagarciano que carga los móviles al sol

Ha ideado y diseñado una funda para los teléfonos que permite olvidarse del cargador y de los enchufes
Rosa Estévez / la voz, 06 de abril de 2016.
MARTINA MISER / Diego Riveiro ya tiene una página web en la que muestra
su producto, una funda de móvil que no tiene nada de convencional.
Si Edward Murphy hubiese vivido en estos días, habría formulado su famosa ley después de haberse quedado sin batería en el móvil durante una llamada importante. Y es que los teléfonos, ya se sabe, tienden a morirse cuando más los necesitamos y cuando más lejos estamos del cargador, o del enchufe. Diego Riveiro, instalador eléctrico, se tropezó con ese problema en numerosas ocasiones. «Me ha pasado muchas veces: estar trabajando lejos y quedarme sin batería... Menudo lío», explica. Hasta que un día, quizás después de haber visto como la pantalla se fundía en negro debido a la falta de energía, se le ocurrió una idea. «Pensé por qué no cargar el teléfono con luz solar», explica.
La idea no fue uno de esos pensamientos que cruzan la mente y desaparecen, absorbidos por las cosas del día a día. Se quedó ahí, fija, y Diego tuvo que prestarle atención. Utilizando los conocimientos adquiridos con su trabajo y buscando asesoramiento donde hiciese falta, el joven fue perfeccionando la idea que había alumbrado. Y diseñó una carcasa que lleva incorporada unas placas fotovoltaicas que permiten cargar la batería de un móvil e, incluso, generar la tensión suficiente para alimentar otros elementos.
Asegura Diego Riveiro que tener una idea no es más que «tener el 1 %» de un proyecto. Cuando alumbró la suya pensó que «seguro que ya estaba cogida». Parecía algo tan obvio, dice, que lo más lógico sería que a alguien se le hubiese ocurrido antes. Pero no costaba nada comprobarlo. «Tenía mis dudas, pero me paré, miré, y resulta que no había ninguna patente para una funda adaptable de esas características». Ahora ya la hay. Es la suya, y con ella lleva cerca de un año trabajando duro para hacerse un hueco en el mercado.
La discreta solución
En todo este tiempo, Diego se ha buscado un socio y ambos están luchando para intentar que este novedoso producto encuentre su camino hacia los mercados. «Parece que va a funcionar. Todo el mundo que conoce mi idea me dice: yo quiero una de esas fundas», relata. A fin de cuentas, hoy en día todo el mundo tiene un móvil y una batería que recargar. Y él ofrece una forma de hacerlo cómoda, que no exige estar pendiente de nada -el móvil se lleva la funda puesta, no hay que acordarse de nada- y que además resulta respetuosa con el medio ambiente, ya que consume energía renovable. «Es muy discreta, no se diferencia mucho de una funda normal y corriente. Y soluciona un problema», explica su inventor.
«De momento, los mayoristas con los que hemos hablado reaccionan con interés. Pero bueno, estas cosas hay que ver como van». Como los recursos son escasos, ellos mismos han creado una página web (Star-Tcase.com) en la que ya se pueden ver algunos de los prototipos construidos de la carcasa con paneles fotovoltaicos.
El viaje en el que se ha metido lo ha obligado a robar tiempo a su trabajo como instalador electricista, y horas al sueño. «Trabajo de lunes a domingo, incluidas las fiestas de guardar. Pero el que algo quiere, algo le cuesta», dice con humor. Reconoce que el salón de su casa «parece un laboratorio», pero eso son gajes del oficio y de empezar un negocio desde abajo, sin más capital que la inteligencia y la inversión de cantidades ingentes de tiempo y esfuerzo.
En todo caso, vale la pena. «Me siento muy motivado», afirma. Además, con el cerebro en marcha y concentrado en ese trabajo, Diego ha ido teniendo nuevas ideas que enriquecen la patente inicial y a las que también quiere dar forma. «¿Inventor? Pues supongo que soy un inventor, sí. Cuando alguien me plantea un problema, mi cabeza empieza a buscar posibles soluciones», dice con esa sonrisa de quien cree en lo que hace.
Como a todo el mundo, a Diego se le suele acabar la batería del móvil en el peor momento. Así que se puso a buscar una solución... Y dio con ella.

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