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miércoles, 3 de febrero de 2016

Triste adiós a una joya centenaria

La Moda Ideal, uno de los comercios situados en el bajo del edificio consumido por las llamas en Pontevedra, sobrevivía prácticamente sin cambios desde 1896
López Penide / La Voz, 03 de febrero de 2016.
GUSTAVO MARSHALL
El fuego que este lunes devoró un emblemático edificio del casco histórico de Pontevedra no solo se llevó por delante una serie de negocios, también convirtió en cenizas un pedazo de historia de la ciudad del Lérez. A fin de cuentas, La Moda Ideal llevaba más de cien años ofreciendo a sus clientes toda una gama de telas y tejidos, y, de hecho, recientemente, había recibido toda la mercancía de primavera y verano, así como la del carnaval.
En la obra Habladme piedras, José Benito García Iglesias reseña que, antes de dedicarse e estos menesteres, este local fue «una talabartería denominada Álvarez y con anterioridad un café concierto, el Méndez Núñez, llamado también Café Martín por el nombre del propietario». Con entrada por los soportales de A Ferrería y por la calle Michelena, «se daban cita los hombres de la época y también se jugaba».
Y en ocasiones, como rememoró el escritor pontevedrés Rafael Pintos, se producían duelos que enfrentaban a intelectuales. Incluso, en sus paredes aún resonaban los disparos que efectuó «una pontevedresa sobre Indalecio Armesto -uno de los intelectuales pontevedreses más prominentes de la época y que llegó a colaborar con La Voz de Galicia- pocos meses antes de su muerte», subrayó Pintos.
Si este periodista y filosofo que llegó a presidir la Diputación de Pontevedra falleció en febrero de 1890, la transformación del centenario establecimiento no llegaría hasta seis años más tarde. Inicialmente, el nuevo negocio fue bautizado como Tejidos Romero y Bobillo, apellidos de los dos socios que unieron destino en lo que posteriormente pasaría a llamarse La Moda Ideal.
El tiempo parecía detenerse cada vez que uno cruzaba la puerta de molduras blancas que daba a la céntrica plaza de A Ferrería. Hasta este lunes, la esencia de aquel pasado decimonónico no había cambiado. «Aún conserva la caja registradora original con un mármol en el que se golpeaban las monedas para ver su originalidad y un viejo escritorio de madera en la trastienda, junto a viejos decorados», recogía Nieves D. Amil en un reportaje publicado el 26 de mayo del 2010 en la edición de Pontevedra.
Igualmente, en su interior, permanecía intacta la estructura original, en la que destacaba la balconada que recorría el techo a modo de segunda planta y que, en el pasado más lejano, era utilizada por los espectadores que acudían a disfrutar de los conciertos de antaño.
Todo esto ha sido pasto de las llamas, ha quedado consumido por el fuego, unas llamas que ayer parecían haber golpeado al espíritu de Mayte Ramírez Baltuille, quien llevaba desde 1984 al frente de un negocio que había heredado de su tío-abuelo, Luis González García. Preguntada si La Moda Ideal podría resurgir de sus cenizas, se limitó a señalar: «Me gustaría, pero... Échale guindas al pavo».
Su voz, al otro lado del teléfono, se entrecorta a medida que va desgranando las dificultades que tendría montar, hoy en día, un establecimiento de venta de telas y tejidos. No en vano, «es muy complicado. Primero, para empezar, tendría que buscar un local cerca de este», al tiempo que reconoce que el seguro podrá resarcirle de los daños económicos, pero nada podrá reparar la herida que el fuego ha marcado en su interior.
Desde el lunes por la noche, multitud de conocidos, amigos y familiares le han trasladado a Mayte todo su apoyo, su cariño. Mientras, La Moda Ideal se convertía en el objetivo de las cámaras y móviles de cientos de curiosos atraídos por los estragos de un voraz y espectacular incendio.

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