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viernes, 5 de febrero de 2016

El diminuto ordenador de menos de 30 euros capaz de conectarlo todo: así es Raspberry Pi

Zuberoa Marcos / El País,  03-02-2016
En 2016 se cumplen 70 años de la puesta en marcha de ENIAC (Electronic Numerical Integrator and Computer), uno de los primeros ordenadores del mundo. Aquel monstruo desarrollado para solucionar problemas de balística del ejército de Estados Unidos estaba instalado en una habitación de 72 metros cuadrados, pesaba 27 toneladas y lo formaban 17.468 tubos de vacío. Cada vez que uno de estos tubos se estropeaba había que sustituirlo, una operación tediosa, sobre todo teniendo en cuenta que su vida útil no sobrepasaba los diez minutos. ENIAC fue esencial para el posterior desarrollo de las computadoras hasta llegar a los ordenadores personales, aunque a simple vista cueste pensar que los modernos smartphones y aquel dinosaurio puedan ser parientes. Tan sólo 30 años después del primer funcionamiento de ENIAC llegaron al mercado los primeros ordenadores personales y todo cambió para siempre… aunque no para todos, porque, aunque desde este lado del mundo suene extraño, la informática sigue siendo un artículo de lujo para gran parte de la población del planeta.
Esa fue la principal motivación de Eben Upton cuando en 2006, junto Rob Mullins, Jack Lang y Alan Mycroft, compañeros del Laboratorio de Computación de la universidad de Cambridge, idearon el Raspberry Pi. Aquellos cuatro jóvenes ingenieros habían detectado un problema entre sus nuevos alumnos: la mayoría conocían los ordenadores como usuarios, pero no sabían programar ni entendían realmente cómo funcionaban aquellos aparatos con los que se relacionaban a diario. Las computadoras se habían convertido en un arcano indescifrable para casi todo el mundo y, además, económicamente inalcanzables para una gran mayoría.
Su inquietud derivó en un aporte asombroso: un pequeño ordenador completamente funcional, que cabe en la palma de una mano, configurable por el usuario final y muy económico. A pesar de que la Raspberry Pi puede conseguir que las computadoras sean, por fin, algo realmente al alcance de todos, sus creadores no creen haber alcanzado la gloria definitiva. “No reclamamos tener todas las respuestas. No pensamos que Raspberry Pi es la solución a todos los problemas del mundo de la computación; pero creemos que podemos ser un catalizador. Queremos ver ordenadores asequibles y programables en todas partes. Queremos romper el paradigma según el cual, sin gastarse cientos de libras en un PC , las familias no pueden usar Internet. Queremos que sea normal para todos los niños tener un verdadero ordenador personal y escudriñamos el futuro para ver qué nos depara”.

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