Etiquetas

Hay gente para todo (1133) Documentos (1043) ambiente (577) Tecnología (474) Música (360) Ciencia (329) Animales (270) Informática (189) Música para una cuarentena (86) Bicicleta (64) Humor (53) cocina (38) de viaje (22) Fotografía (19) Historia (18) Chapuzas (17) Opinión (11) arquitectura (9) Arte (8) Salud (8) Retro (4)

Panorama

Otras formas de ver el blog

Otras formas de ver el BLOG: TIMESLIDE / MOSAIC / FLIPCARD / SNAPSHOT

miércoles, 3 de febrero de 2016

Más allá de las aula

Niños por los pasillos, tumbados sobre cojines y con clases de dos horas de duración. Así son los centros Vittra en Suecia, las escuelas más innovadoras.
Joaquina Dueñas / MujerHoy, 3 FEB 2016

Cada día parece más claro que el modelo de niños sentados en pupitres entre cuatro paredes mirando todos hacia un mismo punto y escuchando la lección es poco eficaz para la sociedad del presente y más aún para la del futuro, donde el cambio de paradigma tiene que ver con el trabajo colaborativo y con la existencia de líderes más allá de las figura de los jefes. El mundo que espera a los niños de hoy apenas podemos imaginarlo, por lo que educarlos en una escuela creada para los procesos industrializados de producción en cadena parece un error de base.
El modelo Vittra se aleja de la escuela tradicional y pasa de la perspectiva finalista de los temarios a la visión del proceso del aprendizaje, permitiendo a los niños comprender los mecanismos para adquirir nuevos conocimientos. Se trata de una iniciativa de creación privada nacida en Suecia, que sin embargo tienen financiación cien por cien pública, por lo que no cobran matrícula ni tienen exámenes para el acceso de los alumnos.
Lo primero que sorprende en una escuela Vittra es su entorno físico. Hay aulas, pero sólo se utilizan si lo consideran necesario. Por sus centros es fácil encontrar a los alumnos por los pasillos, las escaleras o tumbados en cojines, acompañados por otros alumnos y por profesores.
Pero ésta no es más que la diferencia más visible que existen otras muchas de fondo, como la labor de los profesores que son mentores o guías de sus alumnos, más que emisores de contenidos. De este modo, la educación se adapta a la madurez de cada niño con un plan individualizado en el que el objetivo final no es tener muchos conocimientos, sino ser capaces de aprender de forma autónoma, tener una actitud reflexiva, saber encontrar información y poder resolver problemas.
No en vano, las clases llegan a tener dos horas de duración para que los alumnos puedan conocer la tarea, asimilarla, comprenderla y completarla en su totalidad.
El modelo Vittra lleva ya dos décadas implantado en Suecia y sus resultados se basan en tres pilares: la propia experiencia, la tecnología y el bilingüismo, lo que favorece la confianza del alumno en sí mismo al facilitarle las herramientas para el propio aprendizaje y para la resolución de problemas a la vez que con el bilingüismo se le da los niños la oportunidad de desarrollar su carrera en el ámbito internacional.

No hay comentarios: