AFP, 30 de enero de 2016.
ILYA NAYMUSHIN | REUTERS |
El tigre ruso Amur no pudo con su genio y de un zarpazo envió por los aires a la cabra Timur, poniendo fin a un insólito idilio de dos meses con el animal que tenía que haberse comido el mismo día en que lo conoció. El incidente tuvo lugar el martes pasado en el zoo de Primorski, cercano de Vladivostok, y la culpa fue de la cabra, explicó Dmitri Mezentsev, director del parque.
«El comportamiento de Timur provocó la disputa: tocaba con los cuernos a Amur y lo seguía sin descanso», contó Mezentsev. «El tigre no lo soportó más, cogió a la cabra por la crin y la lanzó lejos», agregó. «Timur no se lastimó pero sufrió un choque violento porque no estaba acostumbrado a que el tigre reaccionara así», comentó.
Amur se hizo famoso cuando el zoo reveló que no había querido comerse a la cabra. Según Mezentsev, «Amur no la quiso comer porque se mostró muy valiente y no sabía que debía tener miedo a un tigre». La cabra tomó a la fiera «por su jefe y le seguía por todas partes», concluyó.
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