Manuel Blanco/ LA VOZ, 22/01/2017
Para competir con éxito en esta era global hay que ser distinto. Ofrecer al potencial cliente valor añadido, un factor diferencial que decante la balanza cuando llega la hora de conquistar un contrato. Conscientes de ello, en Supervisión y Control (SyC), la empresa gallega que gestiona y explota los puntos de Inspección Técnica de Vehículos (ITV) que hay en la comunidad, decidió hace casi dos años activar un proyecto que habría de impulsar los planes de internacionalización en los que trabaja. ¿La idea? Una ITV modular, fácil de montar y desmontar, trasladable además con relativa sencillez a cualquier país del mundo por el que apostase.
Para ello, buscó en Galicia un socio llamado a resolver todas las cuestiones técnicas de un proyecto pionero. Lo encontró en la Escuela de Arquitectura de A Coruña, en concreto, en el Grupo de Estructuras Arquitectónicas. Dos de sus miembros, los arquitectos Félix Suárez Riestra y Javier Estévez Cimadevila, han trabajado durante un año en un diseño que ya está patentado y que pronto verá la luz. Y es que la primera ITV modular arrancará en febrero en Santiago.
SyC usará este sistema constructivo en todas las instalaciones que abra en Galicia de ahora en adelante (la siguiente será en O Carballiño), pero es la vocación internacional la que debería poner en valor todo el potencial de este diseño. De hecho, se está tramitando ya la extensión internacional de la patente.
Pilares móviles y regulables
Riestra y Estévez han bautizado como sistema compacto de estructura porticada un proyecto que, a partir de un innovador armazón compuesto por pilares móviles y regulables (en altura, por ejemplo, para crear pendientes), permite habilitar tantas líneas de inspección como sean necesarias. En Santiago, por ejemplo, se ha habilitado una zona de oficinas, una línea de vehículos y otra de camiones, pero se podría ampliar con relativa comodidad si se estimase oportuno.
Además de esta versatilidad y operatividad, esta solución constructiva es muy ágil a la hora de afrontar el proceso de montaje y desmontaje y aporta otra característica decisiva para la empresa: gran capacidad de transporte dado que las piezas van insertas unas dentro de otras, lo que permitiría ahorrar costes en el flete de un contenedor para trasladar la ITV. Los arquitectos han logrado integrar hasta 19 de las piezas necesarias para levantar la instalación en una sola, como una suerte de puzle, lo que representa un hito en la fase de almacenamiento.
Las últimas ventajas de este diseño son, por un lado, la facilidad de montaje -«cualquiera con una grúa y una llave, y obviamente unos conocimientos elementales de montaje, podría levantar esta instalación», explica Félix Suárez- y la minimización de problemas en un tercer país dado que toda la estructura se fabrica en Galicia.
SyC cuenta con proveedores gallegos para producir los elementos de cada una de las ITVs, con lo que todo el valor añadido se quedará en las tierras de Breogán.
Alberto Zalvide, adjunto a la dirección de la compañía, sostiene que este innovador diseño va a convertirse en una ventaja frente a otros competidores cuando participen en concursos en otros países dado que la rapidez de montaje de la instalación y su versatilidad para ampliarla si es necesario son valiosos inputs en esta actividad. La idea con la que se trabaja ya en SyC es contar con la ITV modular en Argentina (en concreto, en Buenos Aires) y Costa Rica, dos mercados en los que está presente, pero las miras son en realidad más ambiciosas. «Esta instalación se adapta a cualquier tipo de circunstancia si el país en cuestión nos lo exige. Es una gran ventaja y por eso vamos a llevarla a los concursos a los que nos presentemos en Latinoamérica, Asia o incluso África en los próximos años», argumenta Zalvide.
Los beneficios del diseño
El directivo pone en valor las muchas bondades del proyecto, empezando por el hecho de que ha sido íntegramente diseñado y desarrollado en Galicia. «Tiene un período de construcción muy inferior al de una ITV convencional, es muy fácil de transportar, de montar y de desmontar incluso si es preciso, se pueden montar tantas líneas de inspección como se precisen en origen o al cabo del tiempo en una ampliación...», contabiliza.
Zalvide explica además que el hecho de que todas las piezas necesarias para levantar la ITV sean trasladadas desde Galicia minimiza cualquier contratiempo que pudiera surgir en un nuevo mercado, donde conseguir proveedores que operen con determinados estándares de calidad podría no estar al alcance de la mano.
El desarrollo patentado por Riestra y Estévez resuelve incluso el montaje de los fosos, de tal forma que el calibrado de las máquinas precisas para cada una de las líneas será automático, evitando incidencias vinculadas al proceso constructivo de la ITV. E incorpora un eventual desmontaje si fuese necesario, con lo que SyC podría trasladar la instalación a otro país o ciudad si lo considerase oportuno.
La empresa sostiene que este nuevo diseño será una ventaja competitiva en los concursos en nuevos mercados
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