C. López / LA VOZ, 19/01/2017
Los vecinos de Ferrol Crisanto Pita Corral y Carmen Barros Fernández no salían de su asombro el domingo pasado con lo que se encontraron al llegar a la finca que poseen en la parroquia naronesa de Sedes. Una de las ovejas que tienen en una parcela cerrada había parido y al acercarse a la cría recién nacida observaron que tenía seis patas. Cuatro de ellas están en su posición normal, por lo que el animal anda sin ningún problema, y las otras dos le cuelgan del lateral izquierdo. Una de ellas casi tiene el tamaño de las extremidades normales, mientras que la otra es un poco más corta, pero en las dos se pueden apreciar perfectamente las rodillas y unas pezuñas normales.
Otra curiosidad que presenta esta oveja de tres días de vida es que su lana es de color negro, cuando tanto la madre como el carnero que la empreñó son blancos. Según comenta Crisanto, también lo son las «abuelas materna e paterna», así como la «bisabuela». No obstante, la oveja madre ya había tenido dos corderos negros el año pasado y uno en el 2015. La que se podría definir como oveja negra de la familia, por los conceptos del propio color y de las seis patas, cuando deje de mamar pasará a manos de Felipe, uno de los hijos del matrimonio, que tiene mucho interés en el ejemplar.
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