Crisitina Cabrejas / efe, 20 de mayo de 2015.
Le han llovido duras críticas, pero el neurocirujano italiano Sergio Canavero defiende su proyecto de trasplante de cabeza, que suscita esperanzas contra la parálisis espinal, y afirma que «muchos ricos» ya le han contactado para «tener un nuevo cuerpo». Canavero no tiene dudas y opina sobre su proyecto que sólo tiene el «límite mental de la humanidad».
Este especialista de 51 años, que trabaja en el hospital Le Molinette de Turín, presentará el próximo junio su proyecto durante la Conferencia anual de la Academia Americana de Neurólogos y Cirujanos Ortopédicos, en Annapolis (EE.UU.).
«Este experimento saldrá perfectamente y lo demostraré en junio al mundo entero», responde Canavero. No quiere entrar en cuestiones técnicas, dice que quién esté interesado puede leer sus publicaciones, pero cuenta con detalle lo que ocurrirá en la sala de operaciones.«En la sala se deberán encontrar las dos personas, la que donará el cuerpo y la otra que recibirá el cuerpo. La cabeza que será trasplantada se enfriará a una temperatura de 12 grados y después se procederá a seccionar la cabeza de ambos -vasos sanguíneos, músculos, huesos- y después comenzará la fase en la que el paciente recibirá su nuevo cuerpo», explica.
Canavero explica que se utilizará para unir todas las terminaciones nerviosas el polietilenglicol, una especie de «pegamento» plástico que, asegura, está revolucionando la medicina.
«La intervención durará unos dos días, para ello se necesitan muchísimo dinero, unos 10 millones de dólares, y un equipo de unas 150 personas entre médicos y auxiliares», señala.
Patrocinadores
Pero la logística no es un problema, añade Canavero, pues ya cuenta con «decenas de patrocinadores dispuestos a financiar el proyecto, decenas de médicos, cirujanos, también de España, quienes se han mostrado dispuestos a participar a la operación». «El dinero para la financiación técnicamente ya lo tengo, pero el cheque con los fondos será públicamente mostrado en Annapolis», asegura.
Para Canavero, su proyecto es criticado porque «amenaza» a quienes hasta ahora no han obtenido resultados en la materia, pero además porque «se tiene miedo» y es un «limite mental», pues argumenta que se entrará con él en la posibilidad de alargar la vida indefinidamente. Y revela: «Le puedo asegurar que muchísimos ricos ya me han contactado para cambiar de cuerpo».
«Estamos a un paso de extender la vida indefinidamente porque cuando una persona tenga 80 años yo le podré dar un nuevo cuerpo y podrá vivir otros 40 años», argumenta con total seguridad. Y ante el escepticismo, el cirujano italiano afirma: «Le aseguro que hay personas que quieren conseguirlo de todas maneras y yo estoy en medio».
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