Desde el año 1930 han subido en él 17 millones de pasajeros y peregrinos en más de 200.000 viajes desde el río Llobregat hasta el santuario de la Virgen negra de Montserrat
EFE 16 de mayo de 2015.
El teleférico más antiguo de España y uno de los más antiguos de Europa, el Aeri de Montserrat, cumple este domingo 85 años de vida, en los que ha subido a 17 millones de pasajeros y peregrinos en más de 200.000 viajes desde el río Llobregat hasta el santuario de la Virgen negra de Montserrat.
El 17 de mayo de 1930, el Aeri de Montserrat, que comunica la línea Barcelona-Manresa de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) y el eje del Llobregat con el Monasterio de Montserrat, hizo su primer viaje después de casi dos años de obras. Los trabajos para construir este funicular aéreo, que se ha convertido en un símbolo de la montaña de Montserrat, empezaron el 8 de octubre de 1928, aunque ya se hablaba del proyecto desde 1922, cuando la línea de los FGC, que unía Manresa y Barcelona, llegó a Monistrol.
Un año después del inicio de las obras, el 29 de diciembre de 1929, se constituyó la sociedad Funicular Aeri de Montserrat y cinco meses más tarde empezó a funcionar, convirtiéndose en un gran atractivo, ya que el transporte por cable era una novedad inédita en aquella época, han recordado los responsables actuales del funicular. La instalación de cables y maquinaria fue realizada por la empresa alemana Bleichert & Co, de Leipzig, que era la firma de ingeniería más importante del mundo en este tipo de instalaciones y que también un año después construyó en Barcelona el teleférico que une el puerto con la zona de Miramar, en la montaña de Montjuïc.
Casi un siglo después, la maquinaria original sigue funcionando, y, según la empresa Aeri de Montserrat, sus mecanismos tienen muy pocas averías gracias al mantenimiento y a la calidad de la instalación, que fue pionera en su época.
El teleférico aéreo de Montserrat tiene una longitud de 1.350 metros y salva un desnivel de 544 metros de altura. En cada viaje, que dura cinco minutos, puede transportar en cada cabina amarilla a 35 pasajeros más un empleado. La pendiente máxima que llegan a superar las dos cabinas que cubren el trayecto, una de subida y otra de bajada, y que en vacío pesan cada una 2.175 kilos, es de casi 45 grados, y pueden llegar a alcanzar una velocidad de 20 kilómetros por hora.
Las cabinas amarillas del Aeri sólo dejaron de transportar viajeros como consecuencia de la Guerra Civil, ya que en 1936 fue confiscado por los sindicatos y pasó a formar parte de la Red Ferroviaria del Estado, y durante el conflicto se dedicó a trasladar heridos al hospital que se instaló en el monasterio de Montserrat.
Al finalizar la guerra, la estación de la parte inferior, la maquinaria, las instalaciones y el puente sobre el río Llobregat quedaron destrozados. En julio de 1940, tras unas obras de rehabilitación, se reabrió nuevamente el Aeri de Montserrat, que durante varios años funcionó con una de las cabinas del teleférico de Montjuïc, que fue cerrado y se desmontó durante la guerra Civil para convertir sus torres en un lugar estratégico para la defensa del puerto de Barcelona, y que no recuperó la actividad hasta 1963.
El Aeri se ha utilizado también en situaciones de urgencia como la que se produjo en 1986, cuando se tuvo que evacuar a los monjes del monasterio de Montserrat debido a un grave incendio que se declaró en la montaña. En diciembre de 2008 también sirvió para evacuar a 1.500 personas que se encontraban en el santuario de Montserrat cuando se produjo un desprendimiento de rocas que cortó los accesos por carretera a la montaña y fue el único medio de acceso y salida al monasterio.
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