El secreto del monstruo del Lago Ness: «Nessie» era un pez

Después de 24 años, uno de los estudiosos más conocidos del monstruo del Lago Ness, que llegó a dejar a su novia para dedicarse de lleno a la investigación, reconoce que el mito es realmente un pez gigante introducido como un juego durante la época victoriana
Daniel Roldán  26 de julio de 2015.

PETER JOLLY | SPLASH NEWSEL FIN DE UN SUEÑO.

Steve Feltham ha perdido la fe. Ha tardado 24 años en convencerse de que en realidad no existe, de que no está ni se le espera. No se trata de dios, ni de las cuestiones del más allá que pueden (o no) preocupar a Feltham, sino de Nessie. El monstruo más famoso del mundo, la leyenda del lago Ness, es quien ha quitado el sueño a este hombre británico, que suspiraba por ser el primero en tener una prueba fehaciente de la existencia de semejante criatura. Su perseverancia ha sido tal que ha llegado a entrar en el libro Guinness como el buscador más persistente de Nessie. Pero la contumacia se fue apagando poco a poco, con el paso de los años. Y el escocés tuvo que admitir lo que jamás hubiera deseado: que el monstruo no fue un plesiosaurio sin un pez gigante.

El infatigable buscador ha llegado a esta conclusión con cierta resignación. Desde los siete años, cuando se fue con su familia a los Highlands escoceses y observó por primera vez el lago, quedó atrapado por la historia del monstruo que habitaba esas aguas pero que era lo suficientemente inteligente para evitar a los humanos. Ahora, con 52 años, desiste de la aventura y abraza una de las teorías sobre la existencia de Nessie. Que en realidad fuera un siluro, un pez natural de centroeuropa que puede llegar a medir más de cuatro metros y rondar los 400 kilos, introducido como «un juego» durante la época victoriana en el lago. Dada su longevidad -pueden llegar a vivir hasta 80 años- nadie se percató de su presencia hasta los años treinta del siglo pasado, cuando ya estaban en edad adulta. «Creo que su número ha descendido hasta el punto de que solo quedan uno o dos ejemplares», augura Feltham en el Daily Mirror. Este descenso en el número de ejemplares justificaría, según el buscador, que los avistamientos hayan descendido en los últimos años, a pesar de los numerosos intentos. Uno de ellos lo protagonizó Charlie Sheen, que se lanzó en una barca y con una pata de cordero al lago en busca de fortuna.

LA IMAGEN QUE DISPARÓ LA FANTASÍA. La mítica fotografía del monstruo
 del lago Ness fue el origen de numerosas teorías que especularon con la
existencia de un ser mitológico que vivía en su interior.

Pero a Feltham le preocupa algo más de su reconversión: la repercusión económica. Cerca de un millón de personas acuden todos los años a esta zona atraídos por la curiosidad del casoNessie y dejan un buen pellizco -unos 36 millones-. Una atracción turística que espera que no decaiga por su particular caída del caballo. Muchos también visitan la casa del inglés, una antigua biblioteca móvil apostada en el aparcamiento de un pub de Dores, convertido ya en un personaje que no se arrepiente de haber pasado dos décadas buscando al monstruo. «Ni por un segundo», asegura. Ni siquiera cuando abandonó a su novia en Dorset, un condado del sur de Inglaterra, para llevar a cabo su sueño imposible. Un sueño que ahora se desvanece.