J.F. D.S.14 de julio de 2015.
Con el calor las terrazas de toda España se llenan de personas que se refrescan a base de cerveza. La popular bebida elaborada con cebada es una gran alteranativa para hidratarse, pero, en ocasiones, según la zona en la que se esté, pedir el tamaño o el tipo deseado de esta bebida puede convertirse en todo un desafio.
Lo primero es diferenciar de dónde procederá la cerveza: si vendrá de un grifo o de una botella. La acepción más popular para pedir la primera es caña, mientras que la botella tiene múltiples nombres en función del lugar donde nos encontremos. Una tercera alternativa es pedir directamente la marca de la cerveza preferida.
Tubo, botella, tercio, medianas o media son algunas de las formas que hay en España para pedir una botella de 330 mililitros. En los casos de 200 mililitros se pueden llamar quinto o botellín, mientras que en algunas zonas de Cataluña le llaman botijo. Para los más atrevidos, las envases de un litro serán litronas (poco habitual en los bares, pero sí disponible en la mayoría de supermercados).
Mucha gente opta por mezclar la cerveza con un refresco de limón y en este caso también nos encontramos con varios nombres. En Cataluña será una clara, mientras que en Galicia si pides una clara te la traerán con una gaseosa. Los valencianos pedirán un champú y en Mallorca una Shandy. Al norte, habrá que beber una pica en País Vasco y Cantabria, mientras que en Guipúzcoa y Navarra prefieren una lejía.
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