El Camino de Santiago tendrá rutas alternativas para evitar los tramos de carretera

Todos los albergues de las sendas jacobeas contarán con wifi gratis y el sello Q de Calidad, y cada 20 kilómetros deberá haber un área de descanso

M. Cheda / la voz, 24 de septiembre de 2015.

ANA GARCIA

Dentro de Galicia, el Camino de Santiago podrá recorrerse íntegramente sin pisar asfalto: todos aquellos tramos que hoy discurren por carretera contarán con sendas peatonales alternativas y el 100 % de los «cruces perigosos» serán eliminados. Al menos eso es lo que prescribe el plan director de las rutas jacobeas, que el Consello de la Xunta aprobará hoy para su ejecución de aquí al 31 de diciembre del 2020, en vísperas del año santo 2021. Con esas medidas, el Gobierno autónomo pretende acabar con un problema, el de la inseguridad vial durante la peregrinación, que desde 1993 hasta la actualidad ya se ha cobrado 31 vidas.

El documento al que el Gabinete Feijoo dará luz verde esta mañana se estructura en 4 ejes de desarrollo, 8 líneas estratégicas, 26 programas de acción y 80 iniciativas. Básicamente, se trata de una guía para combatir la masificación, luchar contra el feísmo, frenar el abuso al romero, acabar con la descoordinación administrativa, favorecer la especialización de negocios, preservar el patrimonio y fomentar la investigación del fenómeno.

Elaborado por la Axencia de Turismo de Galicia, el plan prescribe que todos los albergues de la red autonómica (actualmente 70 con 3.308 camas) obtengan el sello Q de Calidad, que ofrezcan wifi gratuito, que dispongan de capacidad para «curar as principais patoloxías do peregrino» y que sus trabajadores se formen en idiomas. Además, en el futuro, cada 20 kilómetros de trayecto los usuarios del Camino deberán encontrar, como mínimo, un área de descanso, contenedores o papeleras de recogida selectiva «feitos con materiais harmoniosos co entorno» y adscritos a servicio de recogida, una fuente de agua potable y bebederos para animales.

Para acabar con la anarquía en la señalización de las diferentes sendas oficiales (1.320 kilómetros), la Administración colocará cada 500 metros mojones modernos y homogéneos, amén de carteles direccionales «en cada punto que o precise». Asimismo, habilitará rutas alternativas tanto para personas con movilidad reducida como para bicicletas todoterreno. También estimulará la apertura de tiendas de artesanía y restaurantes «con gastronomía galega de calidade» pensados especialmente para romeros.

El plan, además, obliga a la Xunta a restaurar con vegetación las márgenes del Camino, a plantar especies autóctonas arbóreas y a impulsar la «homoxeneización do mosaico paisaxístico, mellorando a biodiversidade». Igualmente, tendrá que lanzar líneas de ayudas para rehabilitar monumentos e inmuebles de núcleos de población atravesados por los peregrinos.