Fran Balado / LA VOZ, 14/09/2016
CÉSAR DELGADO |
Patata, huevo, aceite y sal. Son los ingredientes que se necesitan para realizar uno de los platos más deliciosos de la cocina española. La sencillez -es probable que si bucea en la despensa de su casa no le falte ninguno de estos productos- ha sido, sin duda, uno de los factores que más ha contribuido a la expansión de la tortilla de patata. Salvando la eterna batalla entre los defensores y detractores de añadir cebolla, los ingredientes son comunes en todas las cocinas. Aunque sus resultados muy distintos.
Sobra decir que la más rica siempre será la de la abuela de cada uno, pero si hay una que se ha ganado el respeto de todos los paladares esa es la de Betanzos, a donde todos los años peregrinan los amantes de este plato. Aparcan el coche ya con la servilleta colgando del cuello y se disponen a localizar una de esas cuatro o cinco casas de comidas en las que se borda la tortilla. Uno de ellos es el Mesón O Pote, con Alberto García Ponte y Lidia María Vargas a los mandos. Ubicado en el 9 de la calle del Progreso (una de las bulliciosas callejas que bajan desde la plaza del pueblo), su tortilla logró en el 2011 el primer puesto en el certamen Lo mejor de la gastronomía, celebrado en Alicante. Un concurso que no volvió a convocarse, por lo que técnicamente sigue en su poder el cinturón de campeones.
«Respetamos tanto la tradición que no pasamos las tortillas aunque un cliente nos lo pida. Solo hacemos excepciones con embarazadas», sostiene orgulloso Alberto. Aquí se viene a disfrutar de una tortilla con mucho color, cocinada con las mejores materias primas, con patata doradita y huevo muy jugoso». No está ofertado en carta, pero si alguien tiene un capricho de añadirle cebolla, jamón o cualquier otro producto, desde cocina acceden. Lo único con lo
que no se negocia es con el punto. «Al que le guste pasada, que vaya a otro», zanja el cocinero.
Receta
Se fríe la patata en abundante aceite a 160 grados hasta que esté dorada. En ese momento se introduce en un bol en el que previamente reposaban «mezclados con espátula, no batidos» los huevos. Añadir sal al gusto, «mezclar un poco todo y dejar reposar tres minutos». Mientras, «atemperamos una sartén de 28 centímetros. Antes de que llegue a humear echamos un chorrito de aceite de oliva virgen, bajamos al mínimo el fuego y añadimos la mezcla». Tras saltear brevemente se procede a la primera vuelta «ayudándonos con una virandeira» o plato de apoyo. «Esperar medio minuto e ir a por la segunda. Otros 10 o 15 segundos y a por la tercera».
Apagar el fuego y dejar que repose medio minuto. Y al plato.
Ingredientes
Para 4 o 6 raciones se emplean «doce huevos de corral ecológicos, 450 gramos de patata en finas lascas (de Coristanco el 75 % del año, cuando no fríe bien hay que buscarla en otro lado), aceite de oliva suave para freír, aceite de oliva virgen para cuajar y sal».
Para acompañar
Alberto sugiere «una ensalada de tomate y pimientos de Padrón bien fritos». Todo regado con vino gallego. «Blanco o tinto, da igual. Pero de aquí».
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