El canal de YouTube EverythingApplePro ha publicado un vídeo este fin de semana demostrando cómo se desenvuelve el iPhone 7 en una prueba extrema contra el agua. Para ello lo han enfrentado al Samsung Galaxy Note 7 en plena mar, con inmersiones de varios metros, y los resultados son sorprendentes, llegando mucho más lejos de lo que certifica el fabricante.
Recordemos que el iPhone 7 está certificado con IP67, que se traduce en una resistencia a inmersiones de hasta 1 metro y media hora. El Note 7 certifica IP68 y aguanta más de un metro sin límite de tiempo.
Las primeras pruebas se hacen metiéndolos a 5 metros de profundidad, que ya casi quintuplica lo que certifican oficialmente, durante cinco minutos. Poco a poco van bajando los metros de inmersión y el tiempo en el que están bajo el agua. Aunque parezca increíble, aguantan como campeones sin mostrar el más mínimo síntoma de problemas.
Las cámaras no se llenan de humedad, las pantallas responden perfectamente y los botones siguen funcionando. Llegan hasta los 6 metros sin problemas, por lo que los probadores deciden sumergirlos 9 metros durante cinco minutos. El Galaxy se reinicia sin sentido alguno y el Taptic Engine del iPhone empieza a funcionar mal, pero los terminales siguen funcionando.
Después los meten a 11 metros de profundidad, y el Galaxy sufre de muerte súbita, mientras que el iPhone sigue vivo, y su pantalla sigue respondiendo perfectamente a los toques. Sin embargo el agua empieza a asomar en la parte inferior de la pantalla. Es síntoma de que en poco tiempo el óxido empezará a hacer efecto y el iPhone morirá en no mucho tiempo.
Sin embargo, los resultados son más que prometedores. *Después de una prueba tan extrema como esta, podemos estar seguros de que uno de estos terminales que se nos caiga en la piscina o que utilicemos para grabar bajo el agua jamás sufrirá de problemas futuros por filtraciones de agua.
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