¿Nervioso? Apueste por el Fidget Cube

Un pequeño artilugio sin ninguna utilidad aparente lleva recaudados 4,6 millones de dólares en la plataforma de micromecenazgo Kickstarter

Javier Armesto / LA VOZ, 19/09/2016

Una camiseta cosida a los calzoncillos para evitar que se salga del pantalón al ejecutar el swing con un palo de golf, una réplica del arca de Noé o un paraguas de aire son algunos de los proyectos más extravagantes de Kickstarter y que, a pesar de ello, recibieron dinero para su financiación. Pero ninguno ha sido tan exitoso como Fidget Cube, un pequeño artilugio sin ninguna utilidad aparente y que lleva recaudados 4,6 millones de dólares en la plataforma de micromecenazgo.

Fidget Cube es un cubo que presenta en cada una de sus seis caras una serie de interruptores, superficies y resaltes con el único objetivo de que su usuario juguetee con él, liberándose así de la tensión y el estrés, o simplemente para concentrarse. Vendría a ser el sustituto de esos bolígrafos que mordisqueamos o que pulsamos insistentemente solo para tener las manos ocupadas mientras estamos pensando algo o esperando a que termine algún proceso.

En una de sus caras hay cinco pequeños botones, tres de los cuales hacen ruido y dos son silenciosos (para poder hacer click sin molestar). Otra dispone de un joystick para manejar con el pulgar y hacer suaves movimientos circulares. También hay un interruptor clásico como los de encender la luz, una bola metálica giratoria, roscas similares a las que se utilizan para poner la contraseña en un candado de combinación e incluso una superficie ligeramente cóncava inspirada en las piedras relajantes, que supuestamente sirve para reducir la ansiedad cuando la acariciamos.

La idea es de Matthew y Mark McLachlan, dos hermanos inventores que buscan «solucionar problemas de la vida diaria». Anteriormente lanzaron (también en Kickstarter) un dock múltiple para cargar a la vez el móvil, una tableta y un smartwatch. Su empresa se llama Antsy Labs, algo así como «laboratorios inquietos».

Matthew y Mark explican cómo el juguetear con pequeños objetos es muchas veces considerado negativamente y etiquetado como algo poco profesional, e incluso como un comportamiento anti-intelectual. Por ese motivo creen que es necesario cambiar la forma en que se ejecuta esta distracción, para que las personas que la realizan no sean estigmatizadas.

El Fidget Cube, señalan, «quedará bien en cualquier escritorio, ya sea de un estudiante o de un consejero delegado», y se podrá usar en la oficina, en clase, mientras se viaja en metro o autobús, en una reunión, viendo la tele...

La campaña para financiar este artilugio lleva obtenidos 4,6 millones de dólares (4,1 millones de euros) gracias a las más de 112.000 personas que han confiado de momento en el proyecto. Y todavía quedan 30 días para seguir recaudando dinero. La contribución mínima es de 1 dolar, lo que solo da derecho a «ser parte de la historia», aunque Matthew y Mark se comprometen a enviar un «GRAN gracias» por el apoyo. Por 19 dólares ya mandan un cubo, que tendrá un precio oficial cuando salga a la venta de 25 dólares y estará disponible en ocho colores.