Una cafetería de Noruega tiene más cargadores rápidos Tesla que toda España

Los «superchargers» llenan la batería del coche eléctrico al 80 % en solo media hora

Javier Armesto / LA VOZ, 13/09/2016

¿Se compraría usted un automóvil eléctrico? Probablemente, la respuesta de la mayoría de los españoles sería: en este momento, no. Tres aspectos juegan en contra de una tecnología de la que nadie tiene dudas de que es el futuro de la automoción. En primer lugar, el sobrecoste de este tipo de vehículos, que no cuentan en nuestro país con suficientes ayudas para su adquisición ni incentivos fiscales más allá de la exención del impuesto de matriculación. En segundo lugar, la escasa autonomía, que oscila por lo general entre los 150 kilómetros (Ford Focus Electric, Mitsubishi i-Miev, BMW i3) y los 200 (Kia Soul EV, Volkswagen e-Golf). Solo el Tesla Model S puede presumir de superar la barrera de los 300 kilómetros recorridos sin necesidad de un enchufe. Y el tercer problema es precisamente la ausencia de puntos suficientes para recargar la batería del coche y la lentitud de este proceso, en comparación con el tradicional repostaje de carburante.

Tesla, la compañía fundada por Elon Musk y que es la que más cerca está de hacer realidad un mundo sin tubos de escape expulsando CO2, dispone de una red de 698 estaciones en todo el mundo con un total de 4.311superchargers (supercargadores). Frente a los 3,6 kilovatios (kW) de una electrolinera estándar, con los que se tarda varias horas en poder volver a circular, los superchargers ofrecen una salida de 120 kW que permite cargar las baterías en solo 30 minutos. Es, hoy por hoy, la única alternativa viable para usar el coche eléctrico con normalidad, ya que el resto de usuarios se limitan a pequeños trayectos urbanos y no pueden alejarse demasiado de su garaje, donde los concesionarios que venden estos vehículos están obligados a asumir la instalación (hasta 1.000 euros) de un punto de recarga homologado. El coche tiene que dormir en casa para recuperar el 100 % de su autonomía.

En España solo hay cuatro estaciones Tesla con supercargadores, en Gerona (4), Tarragona (2), Tortosa (6) y Paterna, en Valencia (4). En total, 16 superchargers, un desierto si se compara con la situación de Noruega. En este país nórdico acaba de inaugurarse la mayor instalación de este tipo en el mundo. Está situada en el exterior de una cafetería en Nebbenes, unos 60 kilómetros al norte de Oslo, y cuenta con veinte supercargadores, además de ocho puntos adicionales para sistemas de otros fabricantes como Nissan o BMW.

120 kW de potencia

El diseño de estas estaciones tiene la particularidad de que los supercargadores trabajan en paralelo para entregar hasta 120 kW de potencia directamente a la batería. A medida que esta se acerca a una carga completa, el ordenador de a bordo del vehículo reduce gradualmente la corriente para equilibrar el voltaje de las celdas que la componen (cada celda es como un vaso de agua que hay que llenar sin que se derrame). Según Tesla, en poco más de media hora la batería se carga al 80 %, lo que permite recorrer una distancia más que suficiente para llegar a otra estación con sobrealimentador. Siempre que estemos en un país como Noruega, claro, donde la apuesta por las energías limpias ha dado como resultado que 28 de cada cien coches vendidos ya son totalmente eléctricos. Los principales partidos se han puesto de acuerdo en prohibir la venta de automóviles de gasolina y diésel en el 2025, algo que también se plantea Países Bajos. Y ello, a pesar de que el país nórdico es uno de los mayores exportadores de petróleo del mundo. Pero la decisión de acabar con las energías fósiles no tiene marcha atrás.

En España, la situación está muy verde. Aparte de las citadas estaciones de supercargadores de Tesla, cuya ubicación demuestra la apuesta de la compañía estadounidense por el corredor del Mediterráneo, hay otras cuatro en construcción, en Murcia, Granada, Burgos y Zaragoza.

Tesla coloca sus puntos de recarga estratégicamente para minimizar las paradas durante los viajes y próximos a restaurantes, centros comerciales yhotspots wifi, donde los conductores pueden esperar mientras consultan en su smartphone el nivel de carga de la batería del vehículo.