EFE, 23 de marzo de 2015.
XOSÉ CASTRO |
El dominical británico The Sunday Times designó hoy entre una lista de 50 candidatas a la ciudad española de Palma de Mallorca, en las islas Baleares, como el mejor lugar del mundo para vivir.
En un suplemento de 12 páginas publicado hoy, este medio destacó que su elección «número uno» como ciudad para establecerse en 2015 es Palma de Mallorca, urbe a la que describe como «una de las más pintorescas» de España.
«Creemos que lo tiene todo», dice el texto, que cita, entre otros encantos, el clima, la belleza del casco urbano, la gastronomía o sus playas.
«Vivimos en un mundo globalizado con una economía digital en expansión, así que la posibilidad de elegir dónde vivir, ya sea permanentemente, para fines de semana o durante unos meses, crece tan rápido como los británicos se deshacen de sus inhibiciones bajo el sol», comenta el documento.
En la lista de las 50 mejores ciudades para vivir Palma de Mallorcase ha situado por delante de otros destinos tan apreciados comoToronto (Canadá), Berlín (Alemania) o Auckland (Nueva Zelanda).
«Hemos disfrutado con algunos de los barrios más modernos del planeta, con los destinos más soleados donde jubilarse. Hemos seleccionado pueblos y villas próximos a playas espectaculares y los paisajes más salvajes, donde se puede disfrutar de una vida familiar. Nuestro ganador general para 2015 es Palma. Creemos que lo tiene todo», reiteraron los autores de la lista.
El articulo pasa después a enumerar, en su opinión, cuáles son los mejores sitios en la isla para comer o dormir, así como otras atracciones para los turistas o aquellos que han decidido instalarse en Palma.
En este sentido, el texto recuerda que Palma de Mallorca nunca ha sido «reconocida por su gastronomía», si bien en los últimos años ha «experimentado una tranquila revolución culinaria».
En otro artículo de este suplemento, los autores consideran que la ciudad es «muy accesible», como demuestra que su aeropuerto es uno de los más transitados en España.
«No obstante -precisan-, Palma ha logrado al mismo tiempo mantener algo propio, una dosis de exclusividad que los guiris no encuentran en sus fiestas regadas con sangrías en Magaluf y Arenal (destinos muy populares entre los extranjeros)».
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