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domingo, 11 de diciembre de 2016

...Y Vueling les tiene que pagar el vuelo de ida, el de vuelta, el coche de alquiler y el hotel

El juzgado obliga a la compañía a sufragar todos los gastos a un matrimonio con un viaje planificado que partía de A CoruñaSofía Vázquez@LAVOZ.ES, 11/12/2016
MARÍA PEDREDA
El titular del Juzgado Mercantil número 1 de A Coruña dictó hace tres semanas una sentencia que obliga a Vueling Airlines a pagar, no solo la indemnización, sino todos los gastos en los que incurrieron dos pasajeros que no pudieron despegar de Alvedro por causas relacionadas con la compañía y que nunca fueron bien explicadas.
El matrimonio protagonista de esta crónica tenía un viaje planificado que partía de A Coruña y su destino era el aeropuerto de Sevilla, desde donde viajaría a una ciudad cercana con playa. Así que, cuando llegó el día de partida, la pareja se dirigió al aeropuerto de A Coruña, donde le dio tiempo a tomar un café que casi se le atraganta cuando escucharon que se cancelaba su vuelo. Sin alternativas.
Decidieron entonces llevar el caso a los tribunales y demandar a la compañía aérea por los daños y perjuicios sufridos. La empresa, por su parte, pidió que no se celebrase el juicio y que se limitase la indemnización a 555,57 euros. La vista, sin embargo, se celebró y en ella se puso de relieve que Vueling no tenía ningún inconveniente en abonar el trayecto de ida no disfrutado, pero no así del importe del de vuelta «porque los demandantes -se explicó en el juicio- podían haber cogido otro vuelo al día siguiente, ‘si no han ido no tenemos que pagar que no vayan de vacaciones’». Sin embargo, en el fallo judicial se explica que, aunque la compañía se ofreció a reubicarlos en otro vuelo, «sobre ese dato no hay un mínimo indicio probatorio, e incluso es negado por los demandantes, y no lo hay porque ni siquiera se ha aportado la identificación de ese vuelo -al menos, que permitiera a este tribunal venir en conocimiento de su existencia- y tampoco se ha procedido a devolver a los demandantes el reembolso del coste íntegro del billete si el vuelo ya no tiene razón de ser en relación con el plan de viaje inicial».
El viaje, ni se inició
El juez del caso, que se llevó desde el despacho de Doce Díaz, entiende que «los demandantes proyectan un desplazamiento que no pudo siquiera iniciarse, luego no puede la compañía aérea pretender no hacerles devolución del trayecto de vuelta si no se les facilitó la ida. Luego -concluye- ha de abonar íntegramente el desplazamiento no disfrutado: 199,76 euros».
Además, recoge el fallo, los reclamantes habían programado unos gastos en el lugar de destino y de su pago debe hacerse cargo quien impidió que pudieran disfrutarlos, como consecuencia lógica de la cancelación del vuelo. «Por lo tanto -se especifica-, en atención a las circunstancias concurrentes, cabe apreciar negligencia en la compañía aérea que conlleva la íntegra condena al abono de los gastos causados a los demandantes: 171,04 euros por el alquiler del vehículo y 214,50 euros por la cancelación del hotel».
Daño moral, no
Lo que el magistrado no acepta es la petición de una indemnización por daño moral (800 euros) que también reclamaba la pareja en cuestión y recuerda que «quien decide programar un viaje es consciente de los inconvenientes que, en ocasiones, acarrea. Y en este caso la cancelación del vuelo no permite entender que se produjeran daños morales». Recopilando, por haber suspendido el vuelo la compañía aérea tuvo que abonar un total de 1.085 euros en conjunto (o 542,65 para cada demandante). Esta cantidad se corresponde con 171,04 euros por el alquiler del coche que no se llegó a utilizar; 214 euros por la cancelación del hotel; 199,76 por los billetes de vuelta y 500 euros (250 por pasajero) como indemnización automática por la cancelación. ¿Qué son mil euros para esta empresa que mueve miles de millones? ¿Y dos pasajeros entre cientos de miles? ¿Y qué significa para la compañía aérea el aeropuerto de A Coruña cuando está acostumbrada a volar a grandes capitales? Con casi toda probabilidad todas estas preguntas tengan una respuesta única: nada o casi nada. Sin embargo hubo quien se hizo valer y ganó.

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