Xavier Fonseca / LA VOZ, 29/12/2016
Pocas horas después del solsticio de invierno, una masa de partículas energéticas del Sol se ha estrellado contra el campo magnético que rodea la Tierra. Según la NASA, la fuerte corriente de viento solar provocó una exhibición de auroras boreales sobre el norte de Canadá.
Este espectacular fenómeno, que se produce por la interacción de las partículas solares con las moléculas de la magnetosfera, es muy habitual en latitudes altas, como Alaska, Canadá o los países escandinavos, pero en esta ocasión han sido más vistosas aún, especialmente en las zonas canadienses de la Columbia Británica, Saskatchewan, Manitoba, Nunavut y Territorios del Noroeste. Las también conocidas como luces norteñas fueron detectadas en el espacio por el satélite Suomi NPP de la NASA, pero también pudieron ser contempladas desde tierra.
Tres veces por siglo en Galicia
Las partículas solares se lanzan hacia abajo en la atmósfera superior de la Tierra, a altitudes de 100 a 400 kilómetros, donde excitan moléculas de oxígeno y nitrógeno y liberan fotones de luz. Los resultados son rayos, láminas y cortinas de luz moviéndose en el cielo.
En zonas medias como Galicia las auroras boreales son inusuales, pero pueden llegar a verse una media de tres veces cada siglo en función de la magnitud de este tipo de eventos. La última vez fue el 13 de marzo de 1989. En las anteriores hay que remontarse al 21 de enero de 1957 y al 25 de enero de 1938.
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