Alejandro Martínez / LA VOZ, 11/12/2016
XOAN CARLOS GIL |
Una marca gallega irrumpe en el mercado para satisfacer los gustos de los amantes de las motos vintage y urbanas. El empresario vigués Vicente Gulías pensó en por qué no ofrecer un producto diferenciado que guarde esa línea estética que gusta tanto al público y, al mismo tiempo, ofrecer las virtudes de una moto moderna en cuanto a frenos, chasis, consumo de carburante o emisiones. Así nació Colibrí Timeless Scooters, una actualización viguesa de un clásico, que está dando sus primeros pasos. Se presenta con tres modelos: Carolina, Motoretta y Scooter 10. Todas están inspiradas en las famosas Lambretta o Vespa. Carolina recibe el nombre de la hija de su creador. La Motoretta es la marca que la empresa adquirió de otra firma que entró en concurso de acreedores y que comercializó con ese mismo nombre un modelo mítico de bicicletas en la década de los años 80. La Scooter 10 está inspirada en un modelo de Lambretta que fue menos conocido, la LD. Y está a punto de nacer un cuarto modelo que seguirá las mismas líneas clásicas, la Motorino.
«Nuestras motos no sustituyen a las antiguas, pero hacen que puedas tener en el día a día la posibilidad de usar algo que te gusta y que, además, es práctico», asegura Vicente. Este emprendedor es experto en comercio exterior y relacionado profesionalmente con el mundo inmobiliario. Su pasión por las motos le llevó a lanzar esta iniciativa con un capital privado y sin ningún tipo de ayuda pública. «Nuestra empresa nació por la afición al mundo de la moto. Empezamos a contactar con suministradores y, tras años de trabajo, buscamos un producto diferenciado que cubriera el hueco de la moto retro, porque hay mucha gente que la añora y dedica su tiempo libre a ella», afirma. Las motos se fabrican en China y en Taiwán, desde donde llegan sin acabar de montar.
Colibrí Scooters las termina de ensamblar en Vigo, donde realiza modificaciones para mejorarlas y dotarlas de una personalidad propia. Por ejemplo, se cambia la tornillería por otra inoxidable, la empuñadura es personalizada, se elige un tipo de un sillín propio, un carburador, y se pintan con los colores característicos de la marca, entre otros acabados, antes de entregar al cliente final o al concesionario la moto preparada y lista para usar. Llantas de aleación o luces tipo led son otros detalles que definen la calidad de estos modelos. «La importación total sin hacer nada está abocada al fracaso porque aquí tenemos unos estándares de calidad superiores», subraya Vicente Gulías.
Todos los modelos tienen un motor monocilíndrico de cuatro tiempos con una cilindrada de 125 centímetros cúbicos, segmento en el que existe un gran nicho de mercado al poderse conducir con el carné de un turismo, con un mínimo de tres años de experiencia, o a partir de los 16 años con el carné A 1. «Es una cilindrada que en áreas grandes como Madrid o Barcelona puede quedar un pelín corta, pero que resulta perfecta para defenderse en ciudades como las nuestras», apunta este empresario. Los modelos están provistos de encendido electrónico, están refrigerados por aire y desarrollan una potencia de 8,25 caballos a 7.500 revoluciones por minuto. El motor GY6 es de bajo consumo y alcanza una velocidad máxima de 85 kilómetros por hora. La empresa tiene el objetivo de distribuir estas unidades en concesionarios de todo el país. Sus miras también están puestas en el norte de Portugal, donde han experimentado una buena acogida. Por el momento, se pueden adquirir en la página web www.colibri.red, en la tienda Racer Moto, en Vigo, y también estarán disponibles en los centros comerciales A Laxe, de la ciudad olívica, y en Marineda, en A Coruña. Los precios actuales son de 1.990 euros para la Carolina, 1.890 para la Motoretta y 1.690 euros, con posibilidad de financiación sin intereses. Tal y como exige Industria, ofrecen un servicio de mantenimiento para solucionar las averías que se puedan presentar y la provisión de piezas de recambio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario